MADRID.- – Un tribunal español juzgará desde este lunes al exjefe de la Policía regional de Cataluña Josep Lluis Trapero, a quien la Fiscalía acusa de rebelión por su actuación en el referéndum ilegal de «autodeterminación» organizado por las autoridades independentistas catalanas el 1 de octubre de 2017.
La Audiencia Nacional deberá determinar las posibles responsabilidades penales de Trapero y de quien era entonces su jefe político, Pere Soler, también acusado de rebelión, ente otros encausados.
Por este mismo proceso independentista inconstitucional, el Tribunal Supremo (TS) español condenó en octubre pasado a nueve líderes separatistas catalanes a penas de entre nueve y trece años de prisión e inhabilitación por sedición y malversación de fondos públicos, según los casos, como el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras.
La Fiscalía acusa a Trapero, Soler y el exviceconsejero catalán de Interior César Puig de un delito de rebelión (más grave que la sedición) y pide once años de cárcel para cada uno.
El Ministerio Fiscal, que también acusó de rebelión a los independentistas que el TS condenó por sedición, puede anunciar en cualquier momento un cambio en la acusación del juicio que comienza mañana, que no se haría efectivo hasta el trámite de las conclusiones definitivas, según fuentes jurídicas consultadas por Efe.
La juez Carmen Lamela, que ordenó el procesamiento de los acusados, imputó a Trapero, Puig y Soler un delito de organización criminal y otro de sedición por la «total inactividad» de los Mossos d’Esquadra (Policía catalana) para impedir la celebración del referéndum, como había ordenado la Justicia.
Por su parte, la Fiscalía relata cómo, entre septiembre y octubre de 2017, los acusados «constituyeron una pieza clave para, dentro del ámbito de sus respectivas competencias, impedir o dificultar gravemente el cumplimiento de las órdenes emanadas por los Tribunales de Justicia con la finalidad de llevar a cabo el plan secesionista», contrario a la Constitución española.
Según el Ministerio Fiscal, fue relevante especialmente el papel de la Policía catalana, «imprescindible para proteger las acciones dirigidas a la celebración del referéndum».
Sus agentes se dedicaron a funciones «impropias» de un cuerpo policial como fueron los «seguimientos» a otras fuerzas de seguridad (Policía y Guardia Civil españolas) aquellos días, «entorpecer su labor y, en algunos casos, incluso oponerse físicamente».
Trapero fue testigo en el juicio de los nueve líderes independentistas condenados por el TS. Aseguró entonces que se ofreció a detener al expresidente catalán Carles Puigdemont (huido a Bélgica) y todo su gobierno si seguían adelante con la independencia unilateral y los instó, según su versión, a cumplir la legalidad española porque la policía catalana no rompería con la Constitución.
EFE/SPLL