Washington, 18 abr (EFE).- Dos de los tres laboratorios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de EE.UU. que crearon los kit de prueba de coronavirus violaron sus propios protocolos de fabricación, lo que supuso que los test enviados a la mayoría de las entidades estatales y locales de salud pública no funcionaron en un principio, señaló la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) citada este sábado por medios locales.
«Los CDC no fabricaron su prueba de acuerdo con su propio protocolo», indicó en una declaración una portavoz de la FDA, Stephanie Caccomo, según el periódico The New York Times.
La publicación detalló entre los problemas detectados que los investigadores entraron y salieron de los laboratorios sin cambiar sus batas y que los componentes de las pruebas se ensamblaban en la misma habitación donde estaban trabajando con muestras positivas de coronavirus.
«Esas prácticas hicieron que las pruebas enviadas a los laboratorios de salud pública fueran inutilizables porque estaban contaminadas con el coronavirus y produjeron algunos resultados no concluyentes», agregó el informe del diario neoyorquino.
El periódico The Washington Post también se refirió este sábado al tema e indicó que esas prácticas expusieron los kits a la contaminación. Las deficiencias se notaron por primera vez a finales de enero pasado, apunta la publicación.
Según el Washington Post, un portavoz de los CDC, Benjamin N. Haynes, indicó en una declaración que ya se «ha implementado un control de calidad mejorado para abordar el problema» y que desde el 23 de marzo más de 90 laboratorios de salud pública indicaron que están usando con éxito los juegos de diagnóstico.
No obstante, detalló que lo ocurrido con los kits de prueba pudo haber sido el resultado de «un problema de diseño y/o fabricación o posible contaminación».
En los últimos días, las protestas en distintos puntos de Estados Unidos, que es actualmente el país más golpeado en el mundo por la pandemia, con 732.197 contagios confirmados y 38.664 muertos, han empezado a crecer para presionar a los gobernadores de los estados a que reabran la economía.
Este sábado, el gobernador de Carolina del Sur, el republicano Henry McMaster, publicó en su cuenta de Twitter que sostuvo una «muy productiva» llamada con sus colegas de Alabama, Kay Ivey; de Florida, Ron DeSantis; de Georgia, Brian P. Kemp; de Misisipi, Tate Reeves, y de Tenesi, Bill Lee, sobre «los planes de cada estado para que las personas regresen al lugar de trabajo de manera segura».
«Les dije que Carolina del Sur estaba lista», agregó McMaster, después de que varios de sus colegas ya hayan planteado líneas para avanzar hacia la flexibilización del confinamiento, el primero de ellos el gobernador de Texas, Greg Abbott. EFE
Pruebas de COVID-19 en EEUU se retrasaron por problemas en fabricación
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