MIAMI.- La temporada de huracanes en el Atlántico podría ser «extremadamente activa», con hasta diez huracanes, de los cuales seis podrían ser muy poderosos.
Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos, existe un rango probable de 13 a 19 tormentas tropicales con nombre – vientos de 63 kilómetros por hora (km/h), de los cuales 6 a 10 podrían convertirse en huracanes, con vientos de 119 km/h, de los cuales de 3 a 6 podrían derivar en huracanes mayores, es decir con vientos máximos sostenidos de 178 km/h o más.
La temporada ciclónica comienza oficialmente el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, y no trajeron buenas noticias para las regiones afectadas, especialmente en el Caribe y sureste estadounidense.
El meteorólogo y especialista en huracanes Gerry Bell indicó que, con estos datos en la mano, anticipan que puede tratarse de una temporada «extremadamente activa», aunque no se atrevió a decir si llegará al nivel de la de 2005.
Carlos Castillo, de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) de EE.UU., recomendó a aquellos que estén en zona de evacuación que se protejan en casa de algún «familiar o amigo» o en la propia vivienda, antes que a un albergue debido a que este año éstos tendrán menos capacidad por la incidencia del coronavirus.
Indicó que, aunque «nunca hay suficiente espacio por el numero de personas que piden refugio», este año puede ser peor la situación en los refugios debido a que se seguirán las recomendaciones de distancia interpersonal que establecen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Por ello, Castillo instó a aquellos que no tienen que evacuar necesariamente a que se queden en casa «seguros» y así dejar espacio para los más «necesitados».
Aunque la temporada de huracanes oficialmente arranca la próxima semana, de nuevo este año ya se registró una tormenta tropical, Arthur, que el pasado fin de semana pasó cerca de la costa sureste de EE.UU. sin causar graves daños.
Dado lo reiterado de estos fenómenos en los últimos años, los expertos indicaron que están estudiando los pros y contras de adelantar el inicio de la temporada.
Esto tendría como principal beneficio, indicó Bell, el anticipar los preparativos generales, porque hasta ahora se ha tratado siempre de tormentas «débiles y cortas», situación que se mantiene en junio y julio, con un par de fenómenos de menor importancia.
EFE