LONDRES.- Las carreras de caballo de Ascot, famosas entre otras cosas por las pamelas que lucen las mujeres, empiezan este martes sin espectadores y sin Isabel II, que estará ausente por primera vez en sus 68 años de reinado, debido a la pandemia por la COVID-19.
El hipódromo de Ascot, ubicado a las afueras de Londres, es una de las más importantes citas del calendario de la reina, gran aficionada a los caballos y que nunca falta a estas carreras.
Esta será la primera vez en los 250 años de la historia de este evento que los caballos tendrán que correr sin presencia del público, como precaución para evitar los contagios del coronavirus.
Además, los jinetes tendrán que montar sus equinos con mascarilla y, debido a estas medidas de seguridad, no se verán las carrozas tiradas por caballos tradicionales.
Cada año, la soberana británica, de 94 años, acude en carroza a Ascot, en compañía de sus familiares y también de algunos miembros de la realeza extranjera especialmente invitados.
Las carreras, no obstante, se podrán seguir por televisión, pero estará ausente el atractivo de las grandes pamelas que llevan las mujeres en una de las jornadas dedicadas a las «damas», cuando suele haber un duelo sobre quién lleva la más sofisticada, mientras que los hombres, como manda la tradición, acuden con chaqué.
El levantamiento de algunas restricciones impuestas por el Gobierno para contener la COVID-19 ha permitido la celebración de este certamen, lo que supone la reanudación en el país de uno de los acontecimientos deportivos más importantes del año.
«Esta es una gran responsabilidad para nosotros» y «tenemos que presentar el mejor espectáculo que podamos», dijo el director de carreras de Ascot, Nick Smith.
Dos cadenas emitirán el recorrido de los caballos mientras que hay fotografías prometidas para 120 países.
Isabel II seguirá este evento desde el castillo de Windsor, muy próximo a Ascot, dado que es allí donde cumple con las medidas de confinamiento debido a su avanzada edad.
«Será extraño que se haga a puerta cerrada pero, aun así, será un gran encuentro con carreras de alta calidad», expuso el jinete Jim Crowley, quien admitió lo extraño de montar con mascarilla.
Cada año, Ascot atrae a unas 300.000 personas que hacen enormes apuestas y consumen altas cantidades de canapés y champán.
EFE
Carreras de Ascot, sin Isabel II ni espectadores por la pandemia
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