(París, 13 noviembre, 2020).- El expresidente francés François Hollande ofreció este viernes sus conocimientos para construir una nueva fuerza política de izquierda capaz de tener peso en la próxima elección presidencial, en 2022.

«Lo que puedo hacer como antiguo presidente con mi experiencia es trabajar en la construcción de una nueva fuerza política. Sin ella, la izquierda que aspira a gobernar no tendrá candidatura capaz de ganar la elección presidencial», dijo Hollande en una entrevista al diario «Le Parisien».

El expresidente, que dirigió el país entre 2012 y 2017, registró durante su mandato bajas cotas de respaldo popular y alcanzó mínimos históricos hasta en dos ocasiones con la desaprobación de ocho de cada diez franceses, según varios sondeos.

Tras anunciar que no se presentaría a la reelección en las presidenciales de 2017, donde resultó elegido quien fuera su Ministro de Economía, Emmanuel Macron, Hollande ha defendido en estos últimos años su paso por el poder y ha lamentado haber sido injustamente criticado.

En paralelo, la formación socialista, que se presentó en 2017 con el exministro de Educación Benoît Hamon como candidato, registró entonces sus peores resultados, tanto en las presidenciales como en las legislativas, tuvo que vender su histórica sede para hacer frente al agujero económico y busca desde entonces reconstruirse.

En los últimos meses, Hollande ha multiplicado sus apariciones en la prensa, aunque esta última muestra su convencimiento de que el Partido Socialista sigue sin capacidad de recuperar su fuerza.

En «Le Parisien», el exgobernante asegura ahora que la solución política en Francia vendría de un movimiento de izquierda, y que quien lo lidere debe devolver la esperanza por lo que no podría ser alguien «mediocre».

«La mediocridad de cálculos (partidistas) y ambiciones no tendría lugar. No estoy en una mentalidad de revancha, ni muchos menos en el rencor. Quiero sobre todo que en 2022 sea posible renovar la democracia francesa», aseguró.

Consideró que Francia es hoy un «terreno propicio a los movimientos populistas» con un poder frágil que «no dispone de respaldo popular ni de una red de diputados implantados en el territorio» y con los grandes partidos caídos en desgracia y sin su tradicional influencia, tanto en la derecha como la izquierda.

En este sentido, criticó además al ya candidato Jean-Luc Mélénchon, líder del partida de la izquierda radical La Francia Insumisa, que no consigue congregar a los franceses en torno a su persona ni tiene una línea política mayoritaria.

«Su línea política no es mayoritaria, ni a la izquierda ni en el país, y nunca lo será», aseveró.

EFE