(Berlín, 7 enero, 2021).- El Gobierno alemán expidió en 2020 autorizaciones individuales para la exportación de armamento por valor de 5.820 millones de euros, frente a 8.020 millones de euros en 2019, según datos provisionales difundidos hoy por el Ministerio de Economía.
El 49,9 % -frente al 55,9 % en 2019- se refiere a autorizaciones de suministro a miembros de la Unión Europea y de la OTAN, así como a países con los que Alemania mantiene una estrecha cooperación en política de seguridad y considerados por ello equivalentes a los de la Alianza.
En cuanto a terceros países, Alemania autorizó en 2020 exportaciones de armamento por valor de 2.920 millones de euros, frente a 3.530 millones de euros el año anterior. En este caso, más del 50 % de las autorizaciones corresponden a grandes pedidos para el sector marítimo.
Para Egipto, que con 763,8 millones de euros se coloca en primer lugar entre los terceros países, las exportaciones de submarinos y buques asciende al 99 % del valor total autorizado.
Los principales países receptores de armamento alemán por valor autorizado de exportación son Hungría, con 838,4 millones de euros; Egipto (763,8 millones); Israel (582,4 millones); Estados Unidos (509,2 millones); el Reino Unido (328,9 millones), Catar (306,2 millones de euros); Singapur (243,8 millones); Australia (236,8 millones), Corea (225 millones) y Brasil (114,3 millones).
El valor total de las exportaciones autorizadas de armas ligeras y componentes ascendió en 2020 a 37,6 millones de euros, frente a 69,5 millones en 2019.
El 98,5 % del valor de exportación autorizado -es decir, 37,04 millones de euros- recayó en miembros de la UE y de la OTAN y países considerados equivalentes.
«Así, se autorizó el suministro de armas ligeras casi exclusivamente al privilegiado círculo de países formado por nuestros socios comunitarios y de la Alianza, lo que subraya la política de exportación a terceros países particularmente restrictiva del Gobierno en lo relativo a armas ligeras», afirma el comunicado.
A mediados del mes pasado, las Iglesias católica y protestante de Alemania reiteraron su exigencia al Gobierno alemán de una política de exportación de armas «creíble, coherente y restrictiva» y poner fin al suministro de armas ligeras y de pequeño calibre y de munición a terceros países.
Durante la presentación en Berlín de su informe anual, el presidente católico de la Conferencia Conjunta de Iglesia y Desarrollo (GKKE), Karl Jüsten, afirmó que la exportación a terceros países debería tener un carácter «totalmente excepcional» y requerir de justificación ante el Parlamento alemán.