Países Bajos se confina hasta 9 febrero, con aulas cerradas y ayudas financieras

(La Haya, 12 de enero de 2021. EFE).- El Gobierno neerlandés anunció este martes que Países Bajos deberá confinarse tres semanas más de lo previsto, hasta el 9 de febrero, y mantiene cerrada toda la actividad no esencial y los colegios por miedo a la cepa británica, mientras promete nuevas ayudas financieras a los sectores más afectados.

Fue el último país en empezar las campañas de vacunación, el 6 de enero, y de los pocos en el mundo que no confinaron a sus ciudadanos en la primera ola, pero La Haya es consciente de la necesidad de mantener la distancia social para evitar la expansión de la cepa británica del virus, más contagiosa que las mutaciones anteriores, y para poner fin a la segunda ola, descontrolada desde finales de verano en Países Bajos.

“No nos queda más remedio que extender el confinamiento otras tres semanas más, hasta el martes 9 de febrero”, anunció el primer ministro, Mark Rutte, en una rueda de prensa en La Haya, en la que habló de “impotencia y frustración” por tener que ampliar el tiempo en el que se aplicarán las restricciones actuales, y no relajarlas el 19 de enero, como preveía.

Reconoció que el confinamiento es “cada vez más difícil de sostener y eso es comprensible”, porque el mundo lleva diez meses conviviendo con el miedo al coronavirus, pero subrayó la necesidad de extender el cierre de Países Bajos porque los contagios diarios, que empiezan a reducirse lentamente, aún siguen siendo muy altos.

El Instituto de Salud Pública (RIVM) confirmó hoy que ve una disminución en el número de contagios reportados por las diferentes regiones, puesto que han pasado de 56.440 casos semanales anunciados el martes pasado a un total de 49.398 en la última semana.

Esto supone una reducción de casi un 1 % en los resultados positivos de las PCR semanales, del 13,7 % al actual 12,8 % de positivos obtenidos en el total de pruebas realizadas.

Rutte no consideró que esta reducción sea suficiente y avisó de que cree que el toque de queda podría ser efectivo contra las reuniones de jóvenes o las visitas domiciliarias, por lo que “pedirá un consejo urgente” a sus asesores, pudiendo tomar otras “medidas alternativas” para evitar encuentros sociales.