(Bangkok, 23 marzo, 2021).- La Archidiócesis de Manila anunció este martes que abrirá sus iglesias al culto, aunque con capacidad limitada, durante la Semana Santa, desafiando así las nuevas restricciones impuestas la víspera por las autoridades filipinas para frenar una nueva oleada de covid-19.
«Dentro de nuestras iglesias, a partir del 24 de marzo, tendremos nuestro culto religioso al 10 % de capacidad máxima», señaló en una instrucción pastoral difundida por el obispo Broderick Pabillo, administrador apostólico de Manila.
El obispo aclaró que se suspenderán otras actividades típicas de Semana Santa como el cenáculo -recreación de la última cena-; pabasa -lectura ininterrumpida de la Pasión de Cristo-; las procesiones o la visita a iglesias», una tradición filipina que consiste en realizar una ruta por al menos siete iglesias durante las fiestas de la pascua.
Filipinas es el país con más católicos de Asia y el tercero del mundo, más de un 80 % de sus casi 110 millones de habitantes, y fiestas cristianas como la Semana Santa se viven con mucha devoción, dando lugar a muchas aglomeraciones, unas celebraciones que ya tuvieron que ser suspendidas el año pasado por la covid-19.
Ante el mayor repunte de contagios que vive Filipinas desde el inicio de la pandemia, el gobierno de Rodrigo Duterte impuso el lunes un nuevo confinamiento durante dos semanas en Manila y las provincias colindantes de Laguna, Rizal, Cavite y Bulacan, donde se concentra la mayor parte de los casos.
Además de restringir la movilidad y ordenar el cierre de numerosos establecimientos y lugares públicos, las nuevas medidas reducen las reuniones sociales a un máximo de diez personas, pero se han prohibido los encuentros religiosos.
«Dejaremos que los fieles mantengan la distancia social en las iglesias, utilizando los protocolos de salud que hemos implementado de forma constante», señala la pastoral.
REACCIÓN DEL GOBIERNO
Ante la pastoral de la jerarquía católica de Manila, la reacción del gobierno no se ha hecho esperar y el portavoz presidencial, Harry Roque, ha insistido en que «su decisión va en contra de las medidas aprobadas por el grupo de trabajo contra la covid-19» y que «haciendo uso de los poderes policiales, se puede ordenar el cierre de las iglesias».
«Esperamos que no llegue a eso obispo Pabillo. No podemos lograr ningún objetivo si usted nos desafía y obliga al Estado a cerrar las puertas de las iglesias», afirmó Roque dirigiéndose directamente el responsable de la Arquidiócesis de Manila.
Filipinas reportó el lunes un nuevo récord en el aumento diario de casos, 8.019 nuevos positivos, y 5.867 el martes, lo que suma un total de 677.653 contagios y casi 13.000 muertos, un 1,92 % de los contagiados.
Los casos activos alcanzaron hoy los 86.200, la cota más alta desde el inicio de la pandemia en Filipinas, donde nunca llegó a remitir la curva de contagios.EFE