«Tuve que nadar toda la noche»: testimonio de una sobreviviente del naufragio de Delta Amacuro

(Caracas 27 de abril de 2021. Julieta Tamayo). – La señora Alba Sánchez, madre de tres hijos y venezolana fue una de las rescatadas de la embarcación que salió de la Horqueta el domingo. Hasta los momentos han muerto al menos seis migrantes venezolanos que iban hacia Trinidad y Tobago luego de que naufragara el bote en el que viajaban. Para conocer más detalles de la situación, Alba Sánchez contó su historia.

“Para nadie es un secreto lo que está viviendo el país. Yo tomé la decisión de irme para Trinidad, eso fue el domingo… me pasaron buscando y me llevaron al sitio de la horqueta, de ahí pasamos a una parte donde estuvimos caminando como dos horas para llegar a un refugio. Nos sacaron del refugio el lunes a las 6:00 de la tarde y después nos llevaron a todas las 31 personas que estaban ahí”, así lo dijo Alba Sánchez en el programa de Gladys Rodríguez.

«Mi vida se la agradezco a Dios», así responde Alba Sánchez cuando fue consultada sobre su travesía tras pasar 10 horas en el mar.

Una ola muy grande volteó la embarcación. «Cuando yo me tiré al mar una chica me jalaba por la camisa, estaba tragando agua y como pude me le solté. Había una muchacha con dos hijos pequeños y no sabía nadar, también otro decía: señor tú eres grande y poderoso. Las olas eran demasiado fuertes»

“Antes de que la embarcación cayera yo me tiré al mar sin salvavidas. Yo, ni sé nadar pero me encontré en un momento que no veía para donde agarrar hasta que vi las luces del barco.  Me costó llegar hasta allá, yo fui la que nadé durante toda esas horas. Me costó mucho porque las piernas se me acalambraron,  pero dios tuvo misericordia de mí, me aferre a mi vida, me di ánimo, no me desesperé, tomé el control y me dije: Alba tú si puedes, tienes 3 hijos que te están esperando. Le pedí a dios en todo momento con mi vida para que me diera una nueva oportunidad de estar aquí”

«En un momento me quería entregar, pero de repente entraba una fuerza en mí. Me gritaba: Tú si puedes Alba, tú eres una guerrera de los últimos tiempos, tú eres una hija de Dios. Con las piernas acalambradas a las 6 de la mañana fue que me pude acercar al remolque que estaba parado ahí”.

“Sabemos la situación que hay en nuestro país. No tenemos para nuestros hijos, para nuestros padres, para medicinas.  Sabiendo que allá nos traten mal igual podemos obtener algo de dinero para nuestros familiares. Por eso es que no arriesgamos tanto, por nuestros hijos, por nuestros familiares, por nuestros padres. Cada día mueren niños, personas, adultos… faltan medicamentos en los hospitales. Se hacen los locos, ninguno se pregunta ¿Por qué estamos emigrando tanto?”

Alba Sánchez, trabaja en una escuela de cocineros, pero su sueldo no es suficiente.  “A veces se lleva comida, a veces no. Tengo un sueldo, pero sabemos que es muy poco. Puedo vender dulces, hago arroz con leche y cualquier cosa para sustentar”.

«Me voy a quedar aquí a esperar que Dios haga. Que tenga misericordia de nosotros» , dijo.