(Moscú, 26 mayo, 2021).- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó hoy que actuó conforme a la ley para «defender a las personas» durante el incidente del avión de la aerolínea Ryanair que aterrizó forzosamente en Minsk el domingo pasado por un aviso de bomba falso.
«Actué conforme a la ley al defender a las personas de acuerdo con todas la normas internacionales», dijo Lukashenko en una intervención ante ambas cámaras del Parlamento y otras autoridades, según la agencia oficial bielorrusa BELTA.
El mandatario aseguró, en una intervención que no fue retransmitida en directo, que las afirmaciones de que el avión de Ryanair fue obligado a aterrizar en el aeropuerto de Minsk por un caza MiG-29 es una «total mentira».
Recalcó que la misión del caza bielorruso era garantizar las comunicaciones y acompañar al avión en caso de situación críticas hasta que aterrizara.
«El aviso de que había una bomba en el avión provino de Suiza», dijo Lukashenko, citado por el canal de Telegram Pul Pervogo (Primer canal), asociado con la Presidencia bielorrusa.
Insistió en que la tripulación del avión se comunicó con su compañía y con el aeropuerto de Vilna, su punto de destino, pero tomó la decisión de aterrizar en Minsk.
En el aeropuerto de la capital bielorrusa, los pasajeros fueron sometidos a un control policial, en el curso del cual fue detenido el periodista opositor Román Protasevich y su pareja, la ciudadana rusa Sofía Sapega.
Los compañeros de Protasevich denunciaron que el aterrizaje forzoso en Minsk tras despegar el avión en Atenas fue una operación de las fuerzas de seguridad bielorrusas para capturarlo.
La comunidad internacional exige la liberación inmediata del periodista, incluido en una lista de extremistas por el KGB bielorruso, y de au pareja, Sofía Sapega.
En respuesta a la «piratería» y «secuestro» del avión por parte de Minsk, la Unión Europea (UE) ha acordado ampliar las sanciones contra el régimen de Lukashenko, cerrar el espacio aéreo con ese país y recomendar a las aerolíneas europeas evitar el sobrevuelo.
«Nuestros detractores tanto dentro como fuera del país han cambiado los métodos de ataque contra el Estado. Han cruzado numerosas líneas rojas (…). Ya no es una guerra informativa, es una guerra híbrida moderna», dijo el presidente bielorruso.
Agregó que sus adversarios «han pasado de la organización de revueltas a una etapa de estrangulamiento».
«Buscan nuevas vulnerabilidades y esto apunta no solo contra nosotros: para ellos somos un polígono de pruebas ante de lanzarse hacia el Este», dijo en mandatario, en alusión a que el próximo objetivo es Rusia. EFE