(Quito, 24 julio de 2021. EFE).- En Ecuador, la empresa CannAndes empezó hace un año con el reto de generar una industria dedicada a la elaboración de productos para uso medicinal y terapéutico con base en el cannabis, una planta estigmatizada por décadas que podría convertirse en la materia prima del futuro.
Esta empresa se afincó en las inmediaciones de la ciudad de Tabacundo, situada a unos 80 kilómetros al norte de Quito, en una atractiva meseta andina dominada por el majestuoso nevado Cayambe y considerada como la capital mundial de las rosas de exportación.
Klaus Graetze, presidente de CannAndes, dijo a Efe que no tiene dudas al afirmar que el CBD (Cannbidiol), un componente del cannabis que no tiene efectos psicotrópicos, ofrece una infinidad de beneficios al ser humano.
Su empresa se constituyó, formalmente, el año pasado, amparada en la ley ecuatoriana que en 2019 despenalizó la producción y uso del cannabis con fines medicinales y terapéuticos.
En el horizonte, Graezte y sus socios observaban al mercado estadounidense, donde el consumo de cannabis, incluso con fines recreativos, había crecido de manera exponencial.
En una finca de producción de rosas y entre invernaderos gigantes, Graetze dispuso de una hectárea de tierra para iniciar con su cultivo de plantas de cannabis.
Tabacundo es uno de los mejores lugares del mundo para hacerlo, según Graetze que destaca la luminosidad de la zona, donde el sol cae de manera perpendicular al mediodía, con fuentes de agua que bajan de los cerros Mojanda y Fuya Fuya, y un clima primaveral perenne.