(Washington, 25 julio de 2021. EFE).- Las autoridades sanitarias de Estados Unidos se plantean volver a recomendar que los vacunados contra la covid-19 vuelvan a llevar la mascarilla.
La medida la están evaluando ante un aumento de contagios que está llevando al país «en la dirección equivocada». Así lo indicó este domingo el principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, tres días después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) aseguraran que por el momento no había ningún cambio en su política sobre el uso de mascarillas.
«Eso se está considerando activamente», dijo Fauci en una entrevista con la cadena CNN, al ser preguntado si el Gobierno podría volver a recomendar que los vacunados lleven mascarilla, especialmente en interiores.
El posible cambio en las directrices federales no implicaría un mandato a nivel nacional, puesto que las emitidas por los CDC siempre han sido recomendaciones, aunque influyen en las decisiones de las autoridades de cada estado y localidad del país.
Fauci confirmaba así las informaciones de varios medios de que Estados Unidos se está planteando cambiar sus recomendaciones sobre el uso de mascarillas, unos rumores que la directora de los CDC, Rochelle Walensky, trató de minimizar el jueves al asegurar que por el momento no había cambios en su política.
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El principal epidemiólogo del país, que también es asesor del presidente estadounidense Joe Biden, dijo que él forma parte de las deliberaciones sobre si cambiar o no las recomendaciones federales.
A mediados de mayo, a medida que avanzaba la campaña de vacunación en Estados Unidos, los CDC cambiaron sus directrices y recomendaron que quienes hubieran recibido ya la pauta completa pudieran ir ya sin mascarilla la mayor parte del tiempo, incluso en interiores.
A finales de junio, ante la expansión de la variante delta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugirió que los vacunados deberían seguir llevando mascarilla, sobre todo si se encontraban en zonas con una gran incidencia de contagios, pero Estados Unidos mantuvo sus directrices.
Esta semana, los CDC reconocieron que la variante delta supone ya al menos el 83 % de los casos de covid-19 secuenciados en Estados Unidos, algo que en la última semana ha generado un aumento de los contagios en el 90 % de las jurisdicciones (estados, localidades y territorios) del país.
En la última semana, los contagios han subido casi un 47 % en EE.UU. y los ingresos hospitalarios por la enfermedad han aumentado el 32 por ciento, mientras la vacunación sigue prácticamente estancada, con apenas el 57 % de los mayores de 12 años completamente vacunados, según los CDC.
«Estamos avanzando en la dirección equivocada«, lamentó Fauci este domingo.
Añadió que es «un problema» que «el 50 % de la población» total del país «no esté vacunada», e insistió en que la inmensa mayoría de los casos y hospitalizaciones se dan entre quienes no están inmunizados, por lo que el Gobierno les está «prácticamente suplicando» que se vacunen.
Esa situación parece haber erosionado la confianza de algunos estadounidenses en la gestión de Biden: en marzo, el 72 % de los ciudadanos aprobaban su manejo de la pandemia, un porcentaje que ha bajado ahora al 63 %, según una encuesta publicada este domingo por la cadena ABC News.
Además, el 55 % de los estadounidenses aseguran ser pesimistas sobre el rumbo que lleva el país, casi un 20 % más de los que opinaban lo mismo en mayo, de acuerdo con el mismo sondeo.