(Caracas, 4 de agosto, 2021).- Este martes la nadadora venezolana Paola Pérez compitió en la prueba de 10 kilómetros de aguas abiertas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Pérez llegó en el puesto 20, con un tiempo de 2 horas y cinco minutos. Sin embargo, en este caso los resultados pasaron a un segundo plano.
Aunque la venezolana no alcanzó el podio en los Juegos, sin duda consiguió una medalla por su fuerza de voluntad y entrega.
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Luego de su participación, Paola Pérez reveló lo mucho que le costó llegar a Tokio. «Creo que son las palabras más difíciles que voy a decir», arrancó la nadadora.
«Fue lo mejor que pude hacer después de un ciclo bastante tormentoso», dijo. Ese ciclo incluye los Juegos Panamericanos de 2019, en los que compitió sin el traje de neopreno adecuado, por lo que Pérez casi sufre de hipotermia durante su actuación.
Para estos Juegos Olímpicos, la nadadora no contaba en Venezuela con las piscinas necesarias para prepararse. Esto la obligó a migrar a Chile.
Sin contar con apoyo del Estado, la nadadora incluso tuvo que recurrir a un GoFundMe para conseguir los recursos necesarios para seguir entrenando.
«Después de Lima tuve pensamientos de atentar contra mi vida, no quería seguir», confesó la venezolana.
Pero gracias a su trabajo y esfuerzo la atleta se sobrepuso a todos esos «momentos tormentosos». «Saben lo difícil que fue para mí y el cambio que hice, pero me quedo con eso», resaltó.
Paola Pérez conquistó la meta de llegar a Tokio, algo que no todos pueden hacer. Culminó la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas en el lugar número 20, por encima de otras cinco nadadoras; algo que muy pocos consiguen.
Esta venezolana demostró que, aún sin alcanzar el podio, la medalla al esfuerzo y perseverancia vale mucho más que una presea de oro.
