(Miami, 29 agosto de 2021. EFE).- El huracán Ida, uno de los más poderosos de la historia en llegar a EE.UU., golpeó este domingo con toda la fuerza a Estados Unidos.
Sus vientos de 150 millas por hora (240 km/h) la costa de Luisiana, causan temor en Nueva Orleans porque podrían revivir la devastación provocada por el ciclón Katrina.
Nueva Orleans, que se encuentra en el lado noreste del patrón de trayectoria, el más peligroso por la fuerza de sus vientos y lluvias. Desde ya sufre los embates de Ida. Según el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, en inglés), puede provocar una marejada ciclónica «catastrófica», vientos «extremos», inundaciones y riadas en toda la región.
La mayor preocupación son los diques que protegen la ciudad del lago Pontchartrain, que en 2005 se rompieron, inundaron la ciudad y provocaron la muerte a más de 1.800 personas. En este sentido, el actual gobernador, John Bel Edwards, dijo que deberán pasar una «prueba muy seria» con este huracán de categoría 4.
¿Por qué el huracán Ida representa un peligro iminente?
Orlando Bermúdez, meteorólogo del NWS, explicó este domingo a la prensa en una teleconferencia que si se cumplen las previsiones de que la marejada ciclónica supere los 16 pies de altura (4,8 metros) sobre el nivel del mar, con seguridad, el agua superará los diques.
A esta situación «bien crítica» habría que sumar las previsiones de fuertes lluvias que podrían dejar un total de hasta 24 pulgadas (60 centímetros) de agua de lluvia en el sureste de Luisiana. Precisamente por esto,se calificó que el huracán Ida era un «peligro inminente».
La alcaldesa de la ciudad, LaToya Cantrell, se comunicó este domingo en la última conferencia de prensa antes de la llegada de lo peor de Ida. Afirmó que la única forma de superar el trance es estar unidos.
En cuanto a la multimillonaria inversión realizada en el sistema de diques desde 2005 salvará en esta ocasión a la ciudad, a pesar de que Ida es mucho más poderoso de lo que fue Katrina (categoría 3).
Los vientos huracanados de Ida se extienden hasta 50 millas (80 km) desde su centro. En base a esto, se anticipa que el ojo del ciclón pasará solo a unas 30 (50 km) millas al oeste de Nueva Orleans.
La ciudad ya tiene sobre sí las bandas exteriores del huracán, que tocó tierra a las 11.55 hora local (16.66 GMT) cerca de Port Fourchon. En este lugar, pasa cerca del 18 % del suministro del petróleo nacional de Estados Unidos, según datos de la Cámara de Comercio local.
Según los últimos datos disponibles, Ida se desplaza a 13 millas por hora (20 km/h) y lo hace en dirección noroeste. Esto llevaría a que el centro del huracán pase en las próximas horas por encima o muy cerca de la ciudad de Baton Rouge.
Un huracán histórico
Datos del radar y de una aeronave de reconocimiento indican que los vientos máximos sostenidos de Ida al tocar tierra se estimaron en 150 mph (240 km/h). Esto según información del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
De esta forma igualó a Laura, que tocó tierra hace justo casi un año, el 27 de agosto de 2020, muy cerca de donde Ida lo hizo este domingo. Igualmente, se parece mucho al ciclón Last Island, de 1856, conocido como uno de los huracanes más fuertes registrados en el estado de Luisiana.
La última presión central mínima estimada antes de que Ida tocase tierra fueron de 930 milibares. Precisamente por esto, Ida se convirtió además en uno de los huracanes más intensos de la historia en llegar a Estados Unidos, según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés).
Las posibles consecuencias de Ida que han dibujado las autoridades nacionales y locales son desoladoras. Lo que ocurre es que quedó a 7 millas por hora (11 km/h) para alcanzar la categoría máxima en la escala Saffir-Simpson (5), que mide los huracanes por la fuerza de sus vientos.
Aun así, según el NHC, las casas que sufren un huracán categoría 4 pueden perder fácilmente el techo y paredes exteriores. También resaltan que la mayoría de los árboles se rompen o son arrancados de raíz, quedando «inhabitable durante semanas o meses».
Ante este panorama, los gobernadores de Luisiana y Misisipi pidieron la declaración de emergencia al Gobierno federal. El presidente, Joe Biden, se la concedió para poder así agilizar la entrega de material, personal y fondos para enfrentar las posibles consecuencias de Ida.
Más de 2.400 efectivos de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) ya han sido desplegados en la región, además de 12 equipos de búsqueda y rescate y un centenar de ambulancias.