(Redacción Ciencia, 21 de diciembre, 2021 (EFE).- Un equipo de investigadores describió un embrión hallado de entre 72 y 66 millones de años «exquisitamente conservado».
El dinosaurio fosilizado dentro de un huevo arroja una nueva luz sobre la relación entre el comportamiento de las aves modernas y estos animales extintos.
El embrión, apodado «Bebé Yingliang», fue descubierto en Ganzhou, en el sur de China, y pertenece a un dinosaurio terópodo desdentado u ovirraptorosaurio.
El hallazgo sugiere que estos dinosaurios desarrollaban posturas similares a las de las aves cerca de la eclosión.
Los científicos descubrieron que la postura de Bebé Yingliang, uno de los embriones de dinosaurio más completos jamás encontrados, es única.
Su cabeza se encuentra debajo del cuerpo, con los pies a ambos lados y la espalda enroscada a lo largo del extremo romo del huevo.
Esta postura, hasta ahora desconocida en los dinosaurios, es similar a la de los embriones de aves modernas, señala un comunicado de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
En las aves estas posturas están relacionadas con un comportamiento controlado por el sistema nervioso central y fundamental para el éxito de la eclosión.
Tras estudiar el huevo y el embrión, los investigadores creen que este comportamiento previo a la eclosión, que hasta ahora se consideraba exclusivo de las aves, puede haberse originado entre los terópodos no avianos.
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Dirigido por expertos de la Universidad de Birmingham y de la Universidad China de Geociencias, el equipo, también conformado por científicos de Canadá, publica los detalles en la revista iScience.
El embrión está articulado sin grandes alteraciones por la fosilización: con una longitud estimada de 27 cm desde la cabeza a la cola, la criatura se encuentra dentro de un huevo de 17 centímetros.
10 años después
Según relata la revista, el ejemplar fue adquirido en el año 2000 por Liang Liu, director de la empresa Yingliang Group, que sospechaba que podía contener fósiles de huevos.
Pero acabó almacenado, en gran parte olvidado hasta unos diez años después, cuando, durante la construcción del Museo de Historia Natural de Piedra de Yingliang, el personal clasificó las cajas y desenterró los fósiles; ahora es donde se encuentra.
«Estamos muy entusiasmados con el descubrimiento de Bebé Yingliang, ya que se ha conservado en un gran estado y nos ayuda a responder a muchas preguntas sobre el crecimiento y la reproducción de los dinosaurios», subraya Fion Waisum Ma.
«Es interesante ver que este embrión de dinosaurio y un embrión de pollo posan de forma similar dentro del huevo, lo que posiblemente indica comportamientos similares antes de la eclosión», añadió.