(Caracas, 13 de marzo del 2021).- Después de chascos terribles a nivel técnico como Cyberpunk 2077, Assassin’s Creed Unity y Diablo II Resurrected, ya se ha vuelto una costumbre que si un juego luce bien en una convención de tecnología, eso va a ser un festival de parches cuando el producto salga a la venta. En esos tiempos ancestrales de los años 90’, la versión de un videojuego que salía a las tiendas era ya un juego terminado que si acaso recibía correcciones cuando saliera la expansión, por ejemplo, Age of Empires II y su expansión, The Conquerors.
Ahora, los problemas técnicos que ha ido presentando Elden Ring, un juego brillante en todos los demás aspectos, son el más reciente episodio de una clara tendencia, y ya va siendo hora de darle una mirada crítica a una industria que opera bajo el “saca el juego ahora y lo vamos arreglando en el camino”. Por algo dicen que comprar por un juego que acaba de salir se ha vuelto pagar el precio máximo por la versión más defectuosa.
Van 50 años desde que conocimos a la familia Corleone en El Padrino, una película que cambió para siempre al estereotipo del mafioso en la cultura popular, brindándonos a protagonistas que deberían ser villanos, pero cuyos rasgos muy humanos los acercan a la audiencia.
La película es un poco larga, pero sigue siendo espectacular incluso para los gustos actuales. Anda a verla si aún no lo has hecho, y aprovecha y échale una mirada a la brillante secuela… o tendremos que hacerte una oferta que no podrás rechazar.
TikTok, como quien no quiere la cosa, se acaba de convertir en la competencia de YouTube al extender la duración de sus videos a diez minutos. En un mercado donde todos se imitan, es la aplicación china la que está marcando la pauta y ya Google está prendiendo las alarmas a ver cómo hace para no quedarse en el aparato.
Shingeki no Kyojin llegó a su fin
Nuestro tema de la semana es Shingeki no Kyojin, o el Ataque De Los Titanes, un anime favorito de La Cátedra que ha quebrantado los paradigmas sobre lo que es una serie animada japonesa en cuanto a formato y temática, y que está llegando a su cierre, de mano de su creador, Hajime Isayama.
Shingeki es la historia de Eren Yeager, un joven de un mundo asediado por gigantes antropófagos, que se une al grupo de batalla contra la colosal amenaza, buscando venganza por sus pérdidas personales. Hasta aquí, es la típica historia de un chamo en un mundo fantástico que se lanza a pelear contra monstruos. Pero lo que hace a Shingeki diferente es el desarrollo de la trama; el fan service típico brilla por su ausencia, no hay capítulos de relleno y el público al que parece apelar es mucho más adulto que juvenil.
Acá te muestran a la guerra como el horror que realmente es, y el impacto que tiene en los desafortunados que la libran. El mundo de Shingeki, como el nuestro, está pintado moralmente en matices de grises con consecuencias que no buscan complacer, sino cuestionar quién es el bueno en una pugna donde nadie tiene compasión por el rival.
El manga cuenta con 34 volúmenes, y el anime son 85 episodios y ocho OVAs que puedes disfrutar desde ya mismo, para que veas la historia completa de una saga que enamora hasta al que no es asiduo del anime.
