(Puerto la Cruz, 2 de mayo de 2022. Redacción: Saray Portillo).- Gladys Kumbo, vocera de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres), en el estado Anzoátegui, sostuvo que como sociedad es un deber denunciar alguna situación de acoso escolar de la que se tenga conocimiento.
En entrevista con el periodista Jesús Salazar para el programa Panorama Informativo, transmitido por Unión Radio 93.7 FM, explicó que el acoso escolar o bullying es también un tema educativo que puede manifestarse como un maltrato físico o psicológico.
“La persona que sepa de una situación como esta y no denuncie el hecho, será involucrado como cooperador o cómplice pasivo”, indicó.
Resaltó que se trata de un punto muy delicado, ya que hace daño tanto a la población infantil como a la juventud.
“Es casi que un reflejo de lo que se vive en las familias y en el entorno social”, dijo.
Signos de alarma
La vocera de Fenasopadres en Anzoátegui, destacó que generalmente es el docente quien identifica en primera instancia los cambios registrados en la conducta del niño.
Aseveró que en estos casos de violencia o bullying, la víctima se torna más retraída, menos participativo, baja su rendimiento académico, entre otros signos.
“Es el maestro quien debe hacerle saber la situación a los padres y representantes, antes de que sucedan las acciones más lamentables”, alertó.
Aseguró que muchas veces, en el hogar, estos cambios pasan desapercibidos. Aclaró que es el ámbito educativo donde más se evidencian.
Kumbo informó que institucionalmente sí existe un respaldo de parte del Estado para estas situaciones.
Mencionó que el Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente es el organismo encargado de imponer medidas y tratar de restablecer los derechos violados del niño que haya sido agredido, así como la actuación que requiera el agresor.
Mientras que la Defensoría Educativa es la primera figura a la que se acude, la cual sirve de promoción y conciliador cuando se da un caso de acoso.
“Es importante entender que ambas figuras, víctima y agresor, tienen un problema”, aseguró.
