Bagdad, 30 jul (EFE).- Simpatizantes y líderes del influyente clérigo chií Muqtada al Sadr anunciaron hoy el inicio de una sentada dentro del Parlamento de Irak, cuyo edificio volvieron a asaltar hoy por segunda vez esta semana en protesta contra el candidato a primer ministro de la formación Marco de Coordinación, Mohamed Shia al Sudani, leal a Irán.
«El pueblo ha decidido iniciar una sentada dentro del Parlamento», anunció uno de los líderes del Movimiento Sadrista, Al Said Ibrahim al Yabri, en su cuenta de Facebook, sin especificar la duración de la protesta.
Cientos de simpatizantes de Al Sadr irrumpieron hoy en la sede del Legislativo, tres días después de que lo asaltaran por primera vez, en el marco de unas protestas multitudinarias convocadas hoy para protestar contra la corrupción política, la influencia de Irán en el país y la candidatura de Al Sudani para el cargo de primer ministro.
Asimismo, una fuente de seguridad que pidió no ser identificada dijo a Efe que «cientos de simpatizantes de Al Sadr» están intentando asaltar el edificio del Consejo Judicial Supremo, la máxima institución judicial de Irak, mientras que las fuerzas de seguridad están reteniendo la embestida de los manifestantes.
Miles de manifestantes ocuparon a primera hora la céntrica plaza Tahrir de Bagdad, desde donde se dirigieron a la fortificada Zona Verde, la sede de la mayoría de edificios gubernamentales y embajadas extranjeras.
Las fuerzas de seguridad emplearon cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar, sin éxito, a la multitud, dejando hasta el momento alrededor de 60 heridos, según el Ministerio de Salud iraquí.
Este segundo asalto al Parlamento pone en evidencia el bloqueo institucional y la tensión entre las fuerzas políticas de Irak y, en particular, entre Al Sadr y su némesis chií: el Marco de Coordinación, liderado por el ex primer ministro Nuri al Maliki.
La tensión incrementó en junio, cuando el Bloque Sadrista, que salió vencedor de las elecciones del pasado octubre con 73 escaños, se retiró del Parlamento ante el bloqueo del Marco de Coordinación para elegir un presidente y formar Gobierno.
Sin embargo, la renuncia de Al Sadr no significó dejar de influir en el poder, y desde entonces ha convocado varias marchas multitudinarias para ejercer presión y exhibir su fuerza en las calles. EFE
