(París, 14 septiembre de 2022. EFE).- Francia no corre ningún riesgo de apagón generalizado de la electricidad este próximo invierno, pero en un escenario particularmente adverso podrían producirse cortes parciales, que en cualquier caso se evitarían si funcionaran las medidas de sobriedad para reducir el consumo.
Esta es la conclusión del gestor de las redes eléctricas francesas, RTE, que este miércoles publicó un informe de previsiones sobre la temporada de otoño/invierno ante los retos de la crisis energética que vive Europa, al que en caso de Francia se añade el desafío por el parón de más de la mitad de sus reactores nucleares.
En un comunicado, Red de Transporte de Electricidad (RTE) subrayó que «en ningún caso» hay riesgo de «perdida de control total del sistema eléctrico» puesto que existen «medios de salvaguarda» para responder a un eventual desequilibrio.
Este organismo contempla un escenario extremo «improbable» con unas condiciones meteorológicas muy frías, si el plan de sobriedad energético que está poniendo en marcha el Gobierno no diera resultados, los problemas de aprovisionamiento de gas en Europa limitaran el funcionamiento de las centrales de gas y perturbaran las importaciones de electricidad y los reactores atómicos no arrancaran.
En ese caso, durante un máximo de 20 a 30 días en los seis próximos meses podría ser necesario reducir en hasta un 15 % el consumo de electricidad para impedir los cortes sectoriales.
Esa amenaza estaría concentrada en los periodos de consumo de punta, es decir entre las 8.00 y las 13.00 horas y entre las 18.00 y las 20.00 horas, y nunca durante los fines de semana.
Eso significa -subraya RTE- que se podrían tratar desplazando una parte del consumo a otras horas.
Si las condiciones meteorológicas no se desmarcan mucho de las normales en invierno, el riesgo de desequilibrio podría darse en unas tres ocasiones en las que se activaría la llamada «señal Ecowat» , un dispositivo que contempla la movilización de administraciones, empresas y particulares, la rebaja de la tensión en un 5 % y, como último recurso, la organización de cortes temporales y rotatorios por distintas zonas.
Para el organismo de gestión de las redes, los fundamentos del sistema eléctrico francés no justifican los precios récord a los que se han negociado en los mercados mayoristas la electricidad para el próximo invierno, y que superaron en agosto el umbral de los 1.000 euros el megavatio/hora, lo que suponía multiplicar por más de 10 la cotización de un año antes.
Esta tarde la primera ministra, Élisabeth Borne, debe presentar el mecanismo que a partir del próximo mes de enero sustituirá el llamado «escudo de tarifas» que ha limitado durante 2022 la subida de las facturas de la electricidad y del gas para los clientes particulares.
Según varios medios, la primera ministra anunciará subidas de precios que serán del orden del 10 % para 2023. EFE