(Puerto la Cruz, 28 de noviembre de 2022. Redacción: Saray Portillo).- Ingrid Santaella, es la venezolana oriunda de San Cristóbal, madre y ejemplo de superación para la comunidad hispana en Utah tras emprender con la creación de su propia cadena de restaurantes Sabor Latino.
En entrevista con Adelita Sánchez para el programa Sin Mucho Protocolo, transmitido por Onda 91.5 FM La Superestación, contó que salió de Venezuela hace 22 años buscando un mejor futuro para sus tres hijos.
“Cuatro años antes tuve mi primer emprendimiento llamado “Andinitas” con el cual inicié desde casa con mis hijos al llegar a Estados Unidos”, comentó.
Desde limpiar en un hotel hasta trabajar de cajera en un supermercado y haciendo lo que saliera, Ingrid fue llevando a sus hijos paulatinamente. Luego de divorciarse, empezó a recurrir a la cocina para sacar adelante a su familia tras haberse quedado sola.
Utah se convirtió en un paraíso para la venezolana en Estados Unidos, luego de haber vivido un año en Nueva York, lugar que no consideró el más idóneo para criar a sus hijos debido a la poca tranquilidad en el estilo de vida.
Relató que ya establecida en Utah, se casó con un guatemalteco, razón por la que hoy en día sus platillos son una fusión entre los sabores de Guatemala y la comida venezolana, mexicana y colombiana.
“Me da gusto ver cómo los guatemaltecos de pronto les encantan las empanadas venezolanas y como estos a su vez adopataron comidas fusionadas”, refirió.
Quienes van a Sabor Latino pueden conseguir platos que van desde empanadas, pastelitos, tequeños, Bandeja Paisa, Pabellón, Tacos, Burritos, arepas, de todo. Incluidas las Pupusas, un plato guatemalteco, una tortilla gruesa a base de masa de maíz o de arroz rellena con uno o más ingredientes.
Actualmente, Ingrid le da empleo a más de 15 personas en sus dos restaurantes, donde su familia trabaja con ella y la socia es su hija mayor. En diciembre, su negocio de comida latina cumple nueve años en el mercado de restaurantes.
La receta de la abuela
La venezolana oriunda de la ciudad de San Cristóbal, era comerciante en su país de origen y el tesoro más grande que tenía eran las recetas de su abuela, muy conocida por sus pastelitos y empanadas.
Destacó que por muchos años, su abuela tuvo un lugar muy famoso en el pueblo, en el que vendía pastelitos y tizana. Ella fue la inspiración para empezar a preparar comidas desde casa, sin necesidad de descuidar a sus hijos.
Quien regulamermente visita a su mamá en Venezuela, considera que en Utah hay muchos venezolanos residenciados.
“Después de Miami, este es el lugar que más compatriotas tiene concentrados”, dijo.