(Caucagua, 29 de diciembre, 2022) .- Ataviadas con sombreros decorados y ropa brillante, las mujeres de Caucagua, un poblado ubicado a unos 82 kilómetros de Caracas, encabezaron este miércoles la Parranda de los Santos Inocentes, un evento de 200 años de antigüedad que conmemora el único día de libertad para los esclavos y que Venezuela aspira sea nombrado Patrimonio Inmaterial de la Unesco.
Con un desfile que recorre todas las calles del pueblo productor de cacao, cientos de personas caminaron al ritmo de tambores y trompetas para rememorar las fiestas que los esclavos de la zona hacían 72 horas antes de que acabara el año por ser el único día que los hacendados les daban libre.
Durante los dos días de festividades, 27 y 28 de diciembre, los cultores portan banderas y usan vestidos cargados de frutas, flores y ramas, y también le rinden tributo a los «santos inocentes», los niños menores de dos años que, según el catolicismo, fueron asesinados por Herodes en Belén en su intento por acabar con el profeta Jesús.
El alcalde del municipio Acevedo, José Oliveros, explicó que se trata de una tradición que con el paso de los años «ha ido cobrando más fuerza» y ha pasado de generación en generación.
Es, prosiguió el alcalde, una «gran festividad cultural» con la que esta población, reconocida localmente como una zona insegura, busca demostrar que también «es cultura, es deporte, es educación, es seguridad» y cambia, cada día, «para mejor».
El acto transcurre entre bailes y cantos hasta que, entrada la tarde, los dos bandos en que se dividen los cultores se encuentran en una plaza e intercambian banderas como un gesto de amistad y paz.
«La Línea y Pantoja (nombre de los dos grupos) se unen en un momento del día (…) y hacen el cruce de banderas en una plaza (…) y es el momento más esperado de todos porque es cuando nos unimos todos los caucagüenses, todas las personas que representamos al municipio Acevedo», relató Oliveros.
Este año fue especial para los participantes de la Parranda de los Santos Inocentes, pues inauguraron un monumento en honor a esta festividad con toda su fe puesta en que en 2023 la tradición sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Unesco y se garantice, así, su permanencia en el ideario venezolano.
«Estamos celebrando esta manifestación porque ya el año que viene nos van a declarar (…) patrimonio mundial de la humanidad», dijo el presidente de la parranda del bando Pantoja, Carlos Vaamonde.
Para este cultor, se trata de un evento que, 200 años después, no solo recuerda las tradiciones de los esclavos, sino que representa «un encuentro cordial» entre dos bandos distintos que se unen «en armonía y en paz» para enaltecer la cultura de la nación caribeña.