El fin de semana del 8 y 9 de abril circuló un video por las redes sociales en el que aparece el Dalai Lama, líder espiritual del Tibet, besando en la boca a un niño durante un oficio religioso.
Tenzin Gyatso, nombre real del líder tibetano, recibe a un niño con un sueter amarillo que esperaba para saludarle. Tras permitírsele subir donde estaba el Dalai Lama, el religioso le pide un beso en el cachete y el menor, visiblemente emocionado, se lo da junto a un abrazo.
Luego, el Dalai Lama lo toma del brazo derecho y le dice que le dé un beso en la boca; acto que parece ocurrir en una fracción de segundo. Posteriormente, le pidió hacer contactos con la lengua; aunque no llegó a consumarse.
Toma al niño de la mano, le da las gracias y lo vuelve a abrazar, le pronuncia algunas palabras y lo vuelve a abrazar antes de que el menor se baje de la tarima.
De acuerdo a la revista Semana, partidarios del Dalai Lama dicen que el religioso solo estaba bromeando con el niño; aunque advierte que víctimas de abuso infantil dicen que ser sexualizado por un adulto poderoso no es cosa de risa.
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El caso es que en las redes sociales se generaron comentarios de rechazo a las actitudes del Dalai Lama para con el menor donde califican de «perturbador» e «indignación» lo ocurrido. Incluso, el fiscal general, Tarek William Saab, se pronunció sobre el caso al calificarlo de «repugnante» y que usa la religión para «promover la criminal práctica de la pedofilia».
La presidenta de Vale TV, María Eugenia Mosquera, detalló que sacar la lengua en el Tibet es una señal de respeto «que comenzó cuando los budistas querían que la gente supiera que no eran Bon-Po (religión pre-budista)», ya que se decía que tenían la lengua de color negro.
La cuenta oficial de la Administración Central Tibetana en Twitter publicó el corto, pero con enfoque en el mensaje que había dado el líder: “Su Santidad el decimocuarto Dalai Lama aconsejó a un joven indio para que sea un buen ser humano, quien siempre trabaje para cultivar la paz y la felicidad en el mundo”.
