Valencia.- Esther, una mujer embarazada de 32 años en España, no le dio tiempo de ir al centro de salud para dar a luz al pequeño Aimar. Tuvo que quedarse en el baño de la casa y darle la bienvenida al bebé en la bañera, acompañada de su esposo y con indicaciones vía telefónica de una doctora por la línea de emergencia.
Según contó Esther a EFE, se duchaba para ir al hospital porque ya le habían empezado las contracciones, pero hubo una «muy fuerte» que le hizo sentir que no podía movilizarse. Dijo que se palpó para tratar de identificar lo que pasaba «y noté que ya estaba bajando la bolsa».
Refirió sentirse «nerviosa y tranquila» por la situación, mientras que la doctora le daba instrucciones al esposo de la parturienta para atenderla y recibir a la nueva vida; mientras la ambulancia llegaba a su casa en la localidad de Benifaió, Valencia.
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Cuando los equipos de emergencia llegaron a la residencia de la pareja, se encontraron con que el bebé ya había nacido. Lo que hicieron fue terminar el trabajo con la extracción de la placenta y llevar a la madre junto al recién nacido al hospital La Ribera de Alzira.
La mamá de Aimar contó que ella quería un parto natural pero en un centro de salud. Sin embargo, se mostró feliz porque dio a luz de la forma que había estimado hacerlo.
Por su parte, David -el papá de Aimar- dijo que durante el tiempo que duró el parto (aproximadamente 15 minutos) estuvo buscando calmar a su esposa y atender las indicaciones de la doctora.
Mientras que la doctora refirió que actuaron deprisa porque Aimar es el segundo hijo de la pareja, por lo que el tiempo fue esencial. Explicó que escuchó llorar al bebé por teléfono en el mismo momento que llegaron las ambulancias para atender el parto.
Con información adicional de Las Provincias
