(Ciudad Guayana. 20 de abril, 2023. Redacción: Paolis Candurí).- El pasado martes 18 de abril del presente año se llevó a cabo un encuentro entre profesionales de la salud, llamado “Hablemos de Trastornos de la Conducta Alimentaria: mi cuerpo no es el problema”, en las instalaciones de la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana.

El conversatorio tuvo como finalidad concientizar al público sobre los trastornos de la conducta alimentaria y el impacto que generan estas alteraciones en la salud mental de los pacientes. Fue organizado por la Guía Médica Salud y Vida, el directorio número uno en el estado Bolívar. 

El evento fue presidido por la Dra. Zinnia Ron, psiquiatra, quien expuso la perspectiva del trastorno desde el punto de vista de la psiquiatría. La Dra. Amada Ruz, nutrióloga, quien compartió experiencias personales con los trastornos de la conducta alimentaria. La Lic. Yamilet Pinto, psicóloga, donde se tocó el tema familiar y cómo los miembros de la familia forman parte de la solución. La charla la concluyó el Lic. Héctor Machado, nutricionista, quien expuso el punto de vista de la nutrición más allá de las redes sociales.

Lo que se esconde detrás de los trastornos de la conducta alimentaria

Zinnia Ron definió el TCA como un conjunto de trastornos caracterizados por alteraciones del pensamiento y la conducta en relación con la comida y el peso. De acuerdo a estadísticas, el 90% de los casos de TCA se evidencia en las mujeres.

Este tipo de trastornos debe ser abordado inicialmente en atención primaria. Por ende, el diagnóstico y tratamiento precoces son claves para un buen pronóstico.

«No podemos formar parte del conflicto, sino debemos ser parte de la solución», con esta frase, Zinnia Ron concluyó su ponencia.

Entre los factores de riesgo del desarrollo del TCA están el alto perfeccionismo y grado de autoexigencia y autocontrol, la baja autoestima, la poca tolerancia a la frustración y la hipersensibilidad social.

De igual forma, Ron especificó las señales de sospecha de la existencia de un TCA, como pérdida de peso, amenorrea, bajo ánimo, ansiedad o irritabilidad, obsesiones con la comida y el peso, disminución en las relaciones sociales y actividades de ocio, problemas en la interacción familiar o social, posibles alteraciones de conducta e hiperactividad, por mencionar algunos.

En cuanto a su prevención, la psiquiatra mencionó medidas como programas de control del niño sano, donde se recomienden pautas de alimentación equilibrada en nutrientes y en reparto horario y, en personas obesas, evitar métodos excesivamente restrictivos y no tener actitudes excluyentes. Asimismo, se aconsejan programas de control del adolescente, donde se eduque sobre los cambios corporales de la pubertad.

Familia como solución y factor de riesgo

Además de conversar el aspecto psicológico y psiquiátrico, la nutrióloga Amada Ruz dio una perspectiva personal de los trastornos de la conducta alimentaria, como una persona que sufrió de bulimia. 

Durante su ponencia, Ruz compartió su experiencia como una joven en un ciclo de inconformidad con su cuerpo y cómo, gracias al apoyo de su familia y con gran fortaleza, pudo superar el TCA.

La nutrióloga Amada Ruz compartió su experiencia como persona que padeció de un TCA

Sin embargo, la psicóloga Yamilet Pinto expresó que, en muchos casos, la familia puede ser un factor de riesgo para desarrollar un TCA, siendo las familias psicosomáticas en donde se presenta con mayor frecuencia. Explicó que el 79,8% de las mujeres reciben críticas negativas sobre su cuerpo, lo que influye directamente en su autoestima.

Pinto hizo énfasis en que, con frecuencia, los padres no saben sobre los TCA y cómo ser una fuente de apoyo para el miembro de familia que lo padezca. No obstante, aclaró que sí pueden ser parte de la solución aprendiendo sobre el tema y participando activamente, de manera positiva, durante el tratamiento.