El expresidente de Perú Alejandro Toledo, reclamado por la Justicia de su país desde finales de 2017, se entregó este viernes 21 de abril a la Corte de San José, en California, EEUU, para ser posteriormente extraditado a la nación andina.
Toledo llegó a la hora prevista y entró por una puerta lateral para evitar encontrarse con los medios de comunicación. Sin embargo, aunque la hora y el lugar de la entrega eran conocidos, frente a la corte no se evidenciaron curiosos ni compatriotas para tratar de presenciar su entrega.
Por su parte, el fiscal peruano José Domingo Pérez, a cargo de la denuncia por corrupción contra el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), consideró la necesidad de que miembros de su equipo en el Ministerio Público participen en el traslado del exmandatario en su extradición a Perú.
Minutos después de que Toledo se entregara en Estados Unidos, Pérez declaró a la prensa peruana que «a nivel del Equipo Especial Lava Jato (de la Fiscalía), estamos a la expectativa que las autoridades en el Ministerio Público nos puedan informar» sobre este hecho.
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Sin embargo, el fiscal agregó que ha considerado «la necesidad de la representación de fiscales, que puedan asegurar el debido traslado que van a realizar las autoridades peruanas».
«Esperamos que pueda haber una adecuada y correspondiente actuación por parte de nuestra entidad de la Fiscalía», agregó Pérez.
En una entrevista concedida en exclusiva a EFE la víspera de su citación judicial, Toledo exigió a la justicia de su país que no permita su «muerte en prisión».
Toledo está imputado en su país por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias en relación con el escándalo Odebrecht que, a su vez, forma parte del conocido Caso Lava Jato y que salpicó a diferentes dirigentes latinoamericanos.
Con información de EFE