Esta semana, Perú pidió a sus países vecinos que le ayuden a resolver la crisis migratoria en la frontera con Chile que empeora las condiciones de aquellos varados en el desierto de Atacama. Hay aproximadamente 200 personas en condiciones precarias a las que no les dejan seguir el curso.
Anali Briceño, directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes ‘Encuentros’, aseguró que la única opción que le queda a estos migrantes es que se inicien las conversaciones diplomáticas que debieron haberse entablado hace más de 15 días entre Perú y Chile.
Explicó que esta situación se ha venido generando desde hace 15 días en los que el gobierno chileno y peruano intensificaron las medidas de seguridad en la frontera.
«Hemos visto en eso días hasta 400 personas varadas, lamentablemente hay una gran cantidad de familias con bebés en esta situación, a la espera de una respuesta para continuar su camino hacia Colombia, Venezuela o Ecuador» añadió.
Briceño indicó que ese espacio no está preparado para recibir a ningún tipo de personas, ya que no hay hidratación ni baños.
También destacó que los actores humanitarios están llegando con asistencia básica, pero no es suficiente.
Recomendó a todos aquellos que quieran migrar asesorarse, esperar a tener la documentación de los países de acogida y buscar la regularización al llegar al destino
La directora de «Encuentros» recordó que muchos países están dando procedimientos para que la migración, sobre todo venezolana, encuentre estabilidad.