Marina Bittar, siria viviendo en Venezuela, recordó que estaba en 5to grado en un colegio privado en Siria cuando sus padres decidieron irse a Venezuela.
«Vivíamos unidos como hermanos a pesar de la religión, yo le rezaba a Dios y mi compañero a Alá y había respeto. En los colegios se unían ambas religiones» añadió.
Explicó que su familia se fue de Siria por motivos económicos, buscando mejores oportunidades y progreso.
«Mis tíos y abuelos vivían en Venezuela y nos impulsaron a venir, decían que era un país muy noble, hermoso, donde se progresa a través del trabajo» acotó.
Bittar aseguró que al entrar al colegio, sin saber español, los profesores le abrieron las puertas y la impulsaron.
«Ningún comienzo es fácil, pero la familia fue un gran apoyo, mi papá, aunque no era us profesión, tuvo que empezar a ser comerciante igual que mis tíos. Mi papá era fotógrafo y relojero formado en el exterior, muy preparado» señaló
Destacó que cuando comenzó la universidad sus papás no estaban de acuerdo.
«Súper agradecida con Venezuela. El venezolano es muy noble, se deja querer, siempre da una mano» dijo.
