(Caracas, 19 de julio,2023).- El embajador de Francia en Venezuela, Romain Nadal, anunció el fin de sus actividades diplomáticas en el país, en agosto.
Nadal, confesó que al principio de su llegada a Venezuela, «era un reto de cómo iba a trabajar en un país en crisis, cómo iba a liderar un equipo, cómo iba a trabajar con los demás diplomáticos en el país, con las instituciones internacionales, el Gobierno venezolano, la sociedad civil y la oposición».
El embajador aseguró que a pesar de que soñaba con conocer Venezuela antes de su llegada, «tenía mucha angustia y no sabía si iba a ser capaz o no de enfrentarme a una situación difícil en un país y de proponer a mi gobierno una estrategia».
El francés dijo que llegó al país hace 6 años «con las ganas de trabajar 7 días a la semana, con todo el equipo de la embajada que no conocía, pero con el compromiso».
Entre las marcas que ha dejado Romain Nadal como embajador es la financiación de 6 millones de euros por año, dedicado a ayuda alimentaria, médica, educativa, cultural y deportivo.
«Eso nos acercó muchísimo a la sociedad venezolana y nos permitió entender mejor el país y la dinámica social dentro del país», fijó.
En reciprocidad, el embajador aseguró que se lleva de Venezuela el impacto de la fraternidad del venezolano. «hay una increíble capacidad de recibir al otro, de reconocerlo y de respetar del pueblo venezolano. Venezuela es un crisol de identidades. En Venezuela hay un espíritu auténticamente fraterno, se recibe al extranjero como a un miembro más de la familia«.