(Caracas, 13 de septiembre de 2023 José Luis Carrillo/MundoUR).- Muchas personas en Venezuela viven la experiencia de que sus tarjetas de crédito tienen un límite irrisorio con el que no se puede comprar ni un café; situación que, en explicación del economista y profesor titular del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), José Manuel Puente, obedece a una camisa de fuerza que somete a todos los tipos de crédito que existen.
Puente resaltó que la venezolana es una economía que está funcionando sin crédito, algo que impide apalancar los negocios y el crecimiento económico.
“El factor fundamental que ha destruido el crédito, tanto de tarjetas de crédito como créditos hipotecarios o al consumo, es el escenario de tasas reales negativas”, aseguró el también profesor Asociado del IE University de Madrid.
Precisó que, mientras las tasas de interés que rigen los créditos están en el rango del 30-40%, las tasas de inflación superan ampliamente esos porcentajes.
“El Banco Central de Venezuela, anualizó la inflación para mes de julio y fue de 400%, y un banco no tiene ningún incentivo para prestar dinero al 30-40% porque se vuelve sal y agua”, reflexionó Puente.
Desajuste económico limita a tarjetas de crédito
Señaló que la razón de fondo de todo ello es que hay un terrible desajuste económico en el país.
“Tenemos la inflación más alta del mundo y las tasas reales nunca logran ser tasas reales positivas”, advirtió.
Resaltó que, para que haya incentivos para prestar dinero se requiere un escenario donde las tasas de interés estén por encima de la inflación para que sea rentable para los bancos.
Se refirió al tema de los préstamos en dólares y sostuvo que estos pueden representar a un peligro para el deudor si sus ingresos son en bolívares, porque con la devaluación continuada de la moneda, en un año podría duplicarse o hasta triplicarse la deuda ya que siempre se debe cubrir el monto en dólares del crédito.