Alejandro Blanco-Uribe: la nueva música sinfónica es la que se hace para el cine

(Caracas, 15 de septiembre de 2023, José Luis Carrillo/MundoUR).-El músico, compositor, multiinstrumentista y sonidista Alejandro Blanco-Uribe, sostuvo que la música sinfónica de la actualidad es la que se compone y se interpreta para las bandas sonoras de películas.

Indicó que el público recuerda el tema musical, el llamado leit-motive, que va fijado a determinados personajes o acciones de una película.

En su opinión, las piezas de Ennio Morricone (El Bueno, el malo y el feo) o las de Hans Zimmer (Gladiador, El Caballero Negro, Interestelar) son las nuevas joyas del repertorio sinfónico mundial.

Aseguró que si se toma una película como Harry Potter y se utiliza la pista de sonido sin los diálogos, se aprecia una obra maestra sinfónica.

Al hablar sobre el efecto que producen las bandas sonoras de películas la música y el sonido premonizan la acción, la anticipan y van generando tensión, preparando el público para la acción que se desarrolla.

Resaltó que en muchas ocasiones las personas recuerdan el tema musical de la película o la música que acompaña a determinada acción, como clave de la obra.

“En el caso de Tiburón (Steven Spielberg, 1975), se recuerda el sonido tipo (el compositor ruso Igor) Stravinsky que generó ese terror”.

Añadió que Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, fue la primera película que usó la música contemporánea, con el uso de unas cuerdas haciendo disonancias que generó un terror increíble.

“La gente recuerda el sonido de cuando le van a dar las cuchilladas a la protagonista y suenan esas cuerdas intensas, disonantes de música contemporánea”, explicó Blanco Uribe.

Recordó que, en la época del cine mudo se disponía en los teatros de órganos inmensos en los que se tocaban piezas musicales con el objetivo de darle la acción emocional a las películas.

Resaltó que la música sinfónica da la monumentabilidad que requieren ciertas obras épicas o de época.

Afirmó que no es lo mismo la música de un quinteto que la de una orquesta sinfónica con las cuerdas, los metales y que le da la grandiosidad a una película.

Alejandro Blanco-Uribe, quien comenzó a destacar en el panorama musical venezolano en la década de los años 60 cuando formó parte de la agrupación de vanguardia La Banda Municipal, ha sido el responsable de las bandas sonoras de una gran cantidad de obras del cine venezolano.

A él se deben los soundtracks de Orinoko, Nuevo Mundo (1984), Amérika, Terra Incógnita (1988), Reverón (2011) y El Malqurido (2015), entre muchas otros.

Sobre el proceso de creación de una banda sonora explicó que primero ocurre la entrevista con el director, luego la lectura del guion de la película y seguidamente la composición de los pasajes musicales de la mano del director, que va señalando lo que quiere para una escena en particular.

Como anécdota citó el caso de Macho y Hembra (1984), dirigida por Mauricio Walerstein y protagonizada por Orlando Urdaneta y Elba Escobar.

Detalló que el director quería un tema de amor que caracterizara la relación entre los protagonistas y Blanco-Uribe decidió incluir una canción, “Es Verdad”, de un cantautor venezolano de música popular cuya carrera recién estaba despuntado en el público juvenil y pasó entonces ser una figura universal de la música venezolana: Ilan Chester.

“Para las películas de Diego Rísquez hice música más experimental, dependiendo de la estética (de la obra) uno se amolda. Con Reverón hice música de vanguardia, música concreta. Se busca transmitir lo que el director necesita en su mensaje”, confió Blanco-Uribe.