Vanessa Carmona tras su regreso al país: El detonante fue la gente y la educación de mis hijos

(Caracas. 4 de octubre, 2023).- La periodista venezolana, Vanessa Carmona, regresó a Venezuela, junto a su familia, luego de 10 años en Estados Unidos.

Aseguró que en principio vino sólo por 2 meses para la renovación de sus pasaportes, pero se encontró con un proceso expedito que le dio tiempo de «empezar a vivir, a disfrutar y ver lo que aquí estaba pasando».

Carmona asegura que se encontró una población cambiada de forma positiva que se sumó a la alarma de saber que en el supermercado más cerca de su casa hubo un tiroteo, justo cuando viajó a Venezuela.

La periodista decidió darle una nueva oportunidad al país, por la educación de sus hijos. «El detonante fueron dos cosas, la gente y la educación de mis hijos».

Su vida en Estado Unidos

Carmona, quien trabajó durante 12 años como reportera para el programa de entretenimiento La Bomba del canal nacional Televen, en el que luego fue presentadora, emigró en el 2014 a Estados Unidos, por una estadía de un año que se prolongó con el tiempo.

El plan inicial fue mudarse con su actual esposo a Miami para estudiar inglés, pero en el camino fueron presentándose oportunidades en los medios, por la trayectoria de la periodista.

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«Nos empezó a ir muy bien, cuando se empiezan a abrir puertas, salió una gran oportunidad para un canal muy conocido de EE.UU, pero lastimosamente no pude continuar porque no tenía los papeles en regla«, recordó.

Esto fue el impulso para iniciar el proceso de regularización como migrante, que conllevó el matrimonio y una visa por talento extraordinario.

Una vez concluido el proceso de trámites para los papeles que legalizaban su estadía en Estados Unidos, el proyecto de televisión por el que Vanessa Carmona se atrevió a formalizar su migración, fue cancelado.

«Pasé por todo por lo que pasa la gente para no mantenerme inactiva. Hice Uber, trabajé en el cafetín de la familia de mi esposo atendiendo a la gente y recibía mis propinas maravillosamente bien porque estaba siendo productiva. Hacer Uber fue para mi como persona lo peor que pude haber hecho, me sentí muy mal, no pude con eso», confesó.

Pasada esta etapa, Vanessa y su esposo, Diego Soto, quien es un apasionado por el mundo marítimo, iniciaron un emprendimiento de chárter náutico con una embarcación de 28 pies, que fue creciendo y en la actualidad cuenta con 6 embarcaciones,

«Ese fue y es nuestro bebé. Comenzamos de cero y nos montamos en ese barco. Yo me desligué 100% de lo que fue mi carrera, después vinieron los chamos y todo cambia», dijo.