La Vida Boheme Concha Acústica
Foto: Jenifer Cusumano

(Caracas, 05 de noviembre de 2023. Redacción: Aitor López).- En un concierto de una vez en la vida para todos los bohemios, la banda venezolana de rock alternativo La Vida Bohème, nos demostró de una forma teatral en 27 canciones lo que para ellos es la sombra del amanecer.

Al lado de la Sinfónica Ayacucho dirigida por Elisa Vegas, este show podría ser considerado uno de los mejores espectáculos del año en un país que sigue persiguiendo las luces.

La Vida Bohème no había tocado en Caracas desde el Cusica Fest en diciembre de 2022. No habían tenido la oportunidad de mostrar de manera formal su último álbum “Caribe Caribe”. Sin embargo, encontraron el momento perfecto para hacerlo sin dejar de lado temas emblemáticos de “Nuestra”, “Será” y “La Lucha”.

Sin duda, la canción protagonista del espectáculo fue “La Sombra del Amanecer”. Un juego de luces y la excelsa interpretación por parte de la Sinfónica Ayacucho, nos permitió apreciar un místico baile de sombras hecho por Henry.

Carl Jung establece que: “nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad”. Y dentro de cada canción que fue interpretada el pasado 04 de noviembre, se percibe un extenso proceso reflexivo que le brindó el amanecer a la banda y, con él, a todos los que estuvimos presentes dentro de la Concha.

La sombra del amanecer con La Vida Bohème

El concierto inició puntualmente a las 08:00 P.M. con “Luz”, una de las primeras canciones de la banda que se puede encontrar el su EP debut. Luego de este comienzo, se vislumbran los primeros vástagos de la Sinfónica Ayacucho con sus percusionistas para tocar “Hornos de Cal” y hacer una oda a la cultura venezolana. Los sintetizadores se hicieron presentes para entonar un emotivo tema: “Lejos” donde el público dejaba escuchar su frenesí al corearla al unísono.

A partir de este momento, se aparece el grupo de coristas de la Sinfónica y acompañarlos en uno de sus nuevos temas “Control”. Continuaron con “Carrusel/Suzie Kamikaze”, donde todo el público vibraba al ritmo de una de las canciones más románticas de “Caribe Caribe”. Ahora con los metales de la Sinfónica en tarima, “Viernes Negro” y “Helena” fueron las siguientes piezas que sonaron haciendo protagonista al álbum “Será”.

Poco a poco la Sinfónica Ayacucho se apoderaba de la tarima. Era el turno del segmento de vientos y de la directora Elisa Vivas hacer su aparición en el escenario. No hubo mejor canción para presentarlos que “El milagro del sur”, donde se recuerdan a todos los caídos latinoamericanos que luchaban por distintas causas sociales. El tema que prosiguió fue “I.P.O.S.T.E.L.” donde el público nostálgico recordaba los tiempos de “Nuestra”.

La Sinfónica se deja ver completa luego de nueve canciones al ingresar la sección de cuerdas. Aquí suena un discurso de Pepe Mujica, quien es el encargado de abrir el álbum de “La Lucha”. En su frase “si no lográs la felicidad con poco, no te comas la pastilla que no lo lograrás con mucho” nos permite una enseñanza. Con un interludio hermoso de la sinfónica ya entera, no molestaba si la banda cantaba porque “Vocé” se apoderó de la concha.

La sombra se hacía más chica con el amanecer de la Sinfónica Ayacucho

“Caribe Caribe” fue la canción N° 13 que entonó la Sinfónica en conjunto con la banda, teniendo unos visuales preciosos que permitían al espectador adentrarse en un viaje de introspección. Este fue el preámbulo a uno de los tracks más emblemáticos de La Vida Boheme en esta Sombra del Amanecer: “Radio Capital”. Fue aquí donde armaron la fiesta con algunos guiños a la cultura caraqueña donde cerraron el tema con “Caracas de Noche”, una changa popular para la ciudad.

Henry dio unas palabras de agradecimiento y resaltó cómo la Concha Acústica de Bello Monte es un patrimonio de la urbe para luego entonar “Aleros/Pompeii”. “La Lucha” arropa nuevamente el recinto para que sean tocadas “La luna y el sol” que marca el inicio de “Mi Mar, Mi Nada”. El público seguía en un estado de éxtasis donde los diccionarios todavía no tienen las palabras suficientes para definir la vibra que emanaba el lugar.

Los agradecimientos seguían lloviendo por parte de la banda, ya que se mostraban bastante emocionados de estar en el lugar. Es aquí cuando empieza a sonar “El Zar”. Cuando se pensaba que el estado de ánimo podía estar más elevado, la gente coreaba como si de ello dependiera ver las luces dentro de las sombras. Llega el momento más romántico de la noche donde los violines, los visuales rosados y las voces del público acompañaron a una de las favoritas de la gente: “Flamingo”.

Llega el momento más teatral de la noche: Henry se sitúa al frente del escenario con un reflector que hacía emanar una sombra gigante dentro de la concha. Bailaba, cantaba y realizaba un performance digno de admirar para tocar “La sombra del Amanecer”. Este fue el instante en el que pudimos apreciar uno de los mejores espectáculos del año en Venezuela.

“Cementerio del este” y “Cementerio del sur” se presentaron con un par de problemas. Aquí se pudo escuchar como alguien (probablemente el sintetizador) estaba fuera de tiempo. Sin embargo, entre tantos profesionales trabajando juntos por primera vez y en vivo, lograron sacar los temas hacia adelante y luego Mono revolucionó el performance mostrando las primeras líneas de “El último round”.

La sombra se hace luz gracias a la noche especial

En la última ronda de agradecimientos, se ve un cuatrista de la Sinfónica Ayacucho y se intuía que podían tocar una de las canciones más lindas de la banda: “Domingo”. Esto generó furor entre los asistentes debido a que, en ese preciso instante y entre más de 1000 personas, sabíamos que no estábamos solos.

La banda brindó un encore luego de retirarse momentáneamente del escenario. Cerraron, como de costumbre, con “La Vida Mejor”, su interpretación de “Mi niña bonita” donde hacen corear al público y terminaron con “Ariadna”. Fue así como le dieron fin a una velada que sacó las lágrimas de más de un asistente.

Lastimosamente el público quedó con ganas de más. Pues ellos esperaban “Nicaragua”, pero podría suponerse que por temas logísticos no pudieron cantarla debido a que ya llevaban más de dos horas de show.

El experimentar este tipo de conciertos te hace creer que la luz y el amanecer yace dentro de todos nosotros. Los productores, sonidistas, seguridad, músicos y, sobre todo: el público que sigue apostando por este tipo de espectáculos en la ciudad.

La Sombra del Amanecer de La Vida Boheme fue sin duda un espectáculo digno de recordar para todos los presentes. Nos gustaría pensar que gracias a este show, pudimos reflexionar sobre nosotros mismos.

“Pero toda sombra es, al fin y al cabo, hija de la luz y solo quien ha conocido la claridad y las tinieblas, la guerra y la paz, el ascenso y la caída, solo este ha vivido de verdad.” – Stefan Zweig.