(Caracas, 15 de noviembre de 2023, José Luis Carrillo/MundoUR).- Un negocio, grande o pequeño, requiere de una estrategia para cumplir con los objetivos que se ha trazado y que permita enfrentar los escenarios que se presenten con la menor cantidad de riesgos posibles.

El director de Usefull Agency y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), Carlos Jiménez, aseguró que, para todo negocio, es clave tener delineados unos objetivos a cumplir en determinado plazo y fijar una estrategia para lograrlos.

Aseguró que todas las empresas desarrollan estrategias aunque no lo sepan; porque al actuar, fijar precios, hacer promociones y comunicar algo, se ejecuta un comportamiento y eso es una estrategia, pero estas pueden ser explícitas (fijadas de antemano y producto de una planificación) o sujetas al devenir.

De este último tipo afirmó que es una estrategia mala, debido a que implica riesgos y obliga a estar tomando decisiones día a día.

Resaltó que, aunque el contexto cambie, tener una buena estrategia hace posible enfrentar dichos cambios estando mejor preparados.

Pasos para trazar una estrategia

Carlos Jiménez explicó que el primer paso para trazar una estrategia es entender la situación y el contexto en el que se desenvuelve el negocio.

“Cuando te obligas a hacer ese análisis, recomiendo que tengas escenarios de lo que pueda pasar, porque de lo contrario te conviertes en un apostador”, observó.

Seguidamente, recomendó elaborar lo que llama una estrategia dura, que pueda funcionar en dos escenarios distintos.

Al contrario –precisó- una estrategia débil sería la de apuntar a un escenario que se cree es el que va a pasar, pero que si no se da, puede llevar a la quiebra.

La definición de objetivos es el siguiente paso y tiene que ver con la visión de dónde se quiere que esté la compañía en un lapso determinado.

Finalmente, se pasa a definir el cómo se van a lograr esos objetivos, esa sería la estrategia.

Sin embargo, aclaró que al definir los objetivos se debe tomar en cuenta los recursos de los que se dispone, sean humanos o financieros para lograr una planificación que sea coherente.