(Puerto la Cruz, 8 de marzo de 2024. Redacción: Saray Portillo).- Manuel Jurado, director de la Orquesta Carlos Cruz-Diez, contó sobre la experiencia que fue participar en el musical «Malinche Symphonic«, que se llevó a cabo el pasado 18 de febrero en España, y en donde el maestro Nacho Cano elogió la interpretación de la orquesta conformada por músicos profesionales inmigrantes venezolanos y españoles.
En su discurso final, Nacho Cano destacó la calidad orquestal de los músicos venezolanos y abrazó la idea de apoyarlos para que «puedan vivir de la música». A su vez, hizo hondear las banderas de España, México y Venezuela.
En conversación con Adelita Sánchez para el programa Sin Mucho Protocolo, transmitido por Onda 91.5 FM La Superestación, Manuel calificó la oportunidad como una bendición y el resultado de cuando se trabaja con mucho amor.
“Al maestro le encantó el nivel y propósito de la orquesta, y aceptó el proyecto del concierto «Malinche Symphonic». Ha sido una proyección muy grande y el confirmar que vamos por buen camino”, expresó.
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Jurado es uno de los jóvenes prodigios formados en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. Como todo migrante con un sueño, al llegar a Europa comenzó a trabajar durante dos años en una heladería, en una sala de juegos de azar y luego de delivery.
Cansado, se decidió a crear una orquesta que brindara las oportunidades que él había estado buscando. Fue así como junto a Janet Hurtado, Víctor García Sierra y Jonathan Álvarez, empezó por reclutar a músicos que estaban tocando en las calles para poder ganarse la vida.
“Si para un músico ya de por sí es muy difícil encontrar dónde tocar su música, para un director es más complicado aún que alguien le preste una orquesta”, dijo.
El también finalista de Got Talent España, destacó que el reality se convirtió en algo bonito y una experiencia de la que sólo les interesó tener la oportunidad de expandir su mensaje de transformación social, y de cómo la música puede cambiar vidas.
Destacó que la Orquesta Cruz-Diez, que un día fue un sueño, en la actualidad es una realidad que la conforman 85 músicos, entre venezolanos, españoles, peruanos, moldavos y austriacos.
“Nos dimos cuenta que no es una problemática sólo de migrantes, sino de españoles y músicos de otras nacionalidades que se gradúan de grandes conservatorios, y no encuentran las suficientes orquestas para abarcar a la cantidad de graduandos”, explicó.
El músico oriundo de Puerto Cabello, estado Carabobo, indicó que la idea principal es poder conseguir un sueldo y beca para estos músicos, que durante dos años no contaron con un sólo euro, y aún así, se mantuvieron como la orquesta del milagro.
