(Puerto la Cruz, 18 de marzo de 2024. Redacción: Saray Portillo).- Rose Melkon, abogada co-relatora de la Resolución Nº 030 de Ambientes Libres de Humo de Tabaco en Venezuela, destacó que si bien Venezuela cuenta con una regulación en materia de Legislación Antitabaco bastante sólida, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estaría faltando la incorporación de un color que desagrade al consumidor así como el fortalecimiento de las inspecciones sanitarias.
En conversación con Adelita Sánchez para el programa Sin Mucho Protocolo, transmitido por Onda 91.5 FM La Superestación, señaló que está faltando identificar los envases con una presentación simple, sin color o con uno que desagrade a la mayoría de la población, debido a que la industria tabacalera sigue usando los colores para atraer al consumidor.
“Debe ser una norma incorporada desde el Ejecutivo Nacional, con el uso de un color desagradable porque hay que decirle al consumidor que está comprando algo que le va a causar muchas enfermedades, visibles en las mismas cajetillas.”, indicó.
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La asesora externa de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), en materia legal, destacó que estudios sugieren que el color rechazado por la ciudadanía podría ubicarse entre el verde y el gris.
La presidente de la Asociación Civil Tabaco o Salud Venezuela, insistió en la necesidad de fortalecer las inspecciones sanitarias, desde el punto de vista educativo, a fin de explicarle al comerciante por qué no debería vender este tipo de productos en sus establecimientos.
“No se trata de un tema político ni un capricho, sino de entre todos contribuir a la construcción de un mejor país. Estamos hablando de una droga legal que se vende en muchos puntos de venta, por lo que hay que hacerla menos atractiva al público y decirle a la gente que está comprando una sustancia dañina”, sostuvo.
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Recordó que en 2023, Venezuela cerró con la «prohibición, fabricación, importación, exportación, distribución, comercialización, uso, publicidad y promoción» de los cigarrillos electrónicos (vapers) en todo el territorio, con el fin de disminuir la venta y consumo de estos dispositivos.
Melkon aclaró que todas las normas aplicables al tabaco son también aplicadas al chimó, el cual no posee advertencia sanitaria por lo que hizo un llamado a informar a la población de que se trata de un producto derivado de la hoja del tabaco, y por ende, debe ser regulado.
Precisó que no se debe hablar más de vicio, sino de adicción, al tratarse de una guerra contra el producto del tabaco y no contra el fumador quien al final es sólo una víctima.
