Sumamos otro a la lista.
Por Oscar Martínez
(Bogotá, 02 de abril, 2024).- ¿La rutina puede eliminar el factor de sorpresa? Nuestra tercera cobertura al festival más importante de Colombia, suena habitual, se siente familiar volver a una experiencia musical de esta categoría ya con espacios y caras conocidas. Reencontrarte con otros equipos de prensa y hasta buscar nuestras comidas favoritas, identificando cuales son los momentos de menor afluencia en la feria. Pero no, la sorpresa y la sensación de novedad. Está intacta.
El Contexto
Como también es habitual, escribir estas líneas representa un repaso del recorrido, el viaje, las experiencias y las sensaciones de estar en otra ciudad, en otro país, en otro concierto.
Los jugadores del 2024:
- Grace Aguirre: Jefa de producción, master logísitico, administradora líder de viáticos, cumplidora de metas que logró, finalmente, ver a Blink 182.
- Jairam Navas: Rockera empedernida, con gustos musicales definidos. Aunque no se le da lo urbano, lo compensa con buena actitud.
- Oscar Martínez: El loco de los tiempos. Mientras más bandas mejor, puede sacrificar cualquier momento por buscar un cafecito en la sala de prensa.
Logramos completar el habitual de más de 30 artistas en 4 días, con reto especial por lograr tomas de Blink 182 en medio de la multitud y sacrificio de cobertura.
En el contexto histórico, el festival nacido en 2010 comenzó con 1 día, 8 artistas y 3000 personas. En 2024, regresó al centro de Bogotá, agotó tickets, creció en proporción logística e inversión de patrocinantes y hasta el buen clima decidió regresar.
La Mudanza
Nuestras dos visitas bogotanas previas, nos habían movido hasta los campos de Golf Briceño 18 en Chía, es decir, a una hora en mapa de Bogotá. En realidad, esa hora se volvían casi 3 en la práctica porque el tráfico colombiano sigue siendo una cruz particular con la que siempre hay que cargar y de la que todos te advierten.
El Parque Simón Bolívar, céntrico, emblemático y preocupante por el potencial colapso de la ciudad se volvió un protagonista mas. El esfuerzo logístico fue notable, alcaldía, productora y organismos del estado correspondiente crearon un sistema logístico importantísimo que estableció rutas paralelas, calles cerradas, cambios de flechado y horarios especiales de transporte público para mover a los asistentes y resulto en tremendo éxito,
La disposición de las tarimas y el aprovechamiento de las caminerías del parque aliviaron los recorridos y ofrecían una garantía en caso de presencia de lluvia, que aunque no apareció, siempre fue un riesgo latente. El Parque, ya probado en eventos más cortos como el Rock Al Parque, Salsa al Parque o Festival Cordillera, funcionó y con la sensación de que será la casa al menos para las próximas ediciones
Anunciados los artistas
Los creyentes del festival (ese grupo de fanáticos que compran entradas antes de conocer el cartel) este año tenían un spoiler, Blink iba seguro. Pero no bajaron el ritmo, Limp Bizkit, Thirty Seconds To Mars, Placebo, Kings Of Leon, Sam Smith, SZA, Arcade Fire, The Offpring aparecían para completar un muy heterogéneo grupo de artistas tope, para mostrar solo la solidez de un poderoso equipo de agenda.
En tiempos de internet, la heterogeneidad no siempre es bien recibida. Los rockeros señalaban que el festival había perdido esencia al colar beats urbanos. Los asiduos de Tiktok preguntaban por algunos “señores” que se iban a presentar. Nadie se salva, ni se salvará, de comentarios de este estilo.
La realidad es que la música actual suena a muchas cosas al mismo tiempo, particularmente eso es lo que disfruto. Pareciera ser un acuerdo tácito denigrar lo que no conocemos, preferimos decir que algo es malo sólo porque no lo conocemos o no nos gusta y esa premisa lamentablemente aplica a casi todos los ámbitos de la comunicación. Sin embargo, para mí, ahí está la riqueza de estos eventos, en descubrir, en escuchar, en reconocer las diferencias, en dejarte sorprender por un beat diferente y hasta en confirmar que no te gusta algo, pero no por eso es automáticamente malo.
Del TikTok Core a los skinny negros y las vans
Los festivales y conciertos se han convertido en espacios de expresión que trascienden a simplemente una presentación. Los fanáticos, exactamente como si de equipos deportivos se trataran, asumen estéticas para identificarse como parte de un colectivo, unirse, reconocerse, aumentar la sensación de pertenencia y hasta de seguridad al identificar “somos muchos como yo”.
Los 4 días del Estéreo Picnic podían sentirse como grandes reuniones de amigos. Nosotros, viajeros internacionales con misión de prensa éramos como observadores de la fiesta de otro, pero maravillosamente recibidos. Cada día se volvió una celebración específica, una fiesta temática a la que asistir.
Perdimos la cuenta de las gorras rojas de los Yankees de Nueva York, en honor a Fred Durst, Sam Smith y Arca convocaron libremente a la expresión de la comunidad queer, El Ferxxo Mor terminó con la oferta de ropa verde y plateada en la ciudad y los Oakley Gascan Blanco han subido de precio y ya con Blink 182 y Offspring no quedaba disponible un skinny jean negro y una camisa de cuadritos para usar.
La música se vuelve fuente de inspiración y expresión para todos los que aprovechan el festival. Es hasta comprometerse con la actividad, porque sería bien mala onda ir a un evento así y no disponerse a pasarla bien. En la diversidad está la oportunidad de crecimiento, el reconocimiento de los demás y sin duda la expresión personal de las ganas de pasarla bien.
El efecto de pérdida de memoria post concierto
Aunque lo leímos primero gracias a la comunidad Swiftie, aparentemente existe la posibilidad que frente a estímulos continuos al cerebro se le borren unas partecitas. Yo lo confirmo.
Muy difícil llevar la cuenta de todas las bandas que vimos, es revisando la data en los teléfonos de la cobertura que vuelven las sensaciones de cada uno de los shows para poder hacer una especie de recapitulación que nos diga cómo nos fue. La respuesta es muy bien, pero por algún motivo, a uno siempre le sorprende más, lo que no espera. Hablar de los headliners es hablar de shows espectaculares, con todo lo necesario para generarte emociones increíbles, Blink 182, Sam Smith, Limp Bizkit, Kings Of Leon, Thirty Seconds To Mars, Feid, Offspring, Phoenix. Saben perfectamente lo que hacen, cumplen en grande, ejecutan sin temor.
Las sorpresas aparecen a mitad de cartel, Nothing but thieves con su energía infinita, Future Islands con una entrega absurda y canciones increíbles, Hozier me sorprendió tanto que quiero ofrecer disculpas públicas por haberme perdido en su discografía después de Take me to church; James Blake es un privilegio de escuchar en vivo.
La conclusión
El Festival Estéreo Picnic marca una nueva era con su edición 2024, una nueva locación que le dio una nueva dimensión. De dos tarimas principales, dos secundarias y una carpa en 2023, pasaron a tres tarimas principales, una secundaria, dos carpas, en logística eso es gigante. Una inversión, que la reseña en medios colombianos indica supera los 20 millones de dólares habla de un movimiento económico impresionante y que la cultura puede ser negocio.
Las marcas siguen creyendo en el festival y compitiendo sanamente por generar experiencias para los asistentes, el colombiano sigue creyendo y asistiendo masivamente y la comodidad de estar cerca nos pone un vecino para seguir y aprender. ¿Notas bajas? Las hubo, sobre todo en conductas inapropiadas el sábado que fue controlado. Aunque lamentable, el reconocimiento de estos hechos y la clara voluntad de solucionar, da pie a pensar que así será.
Nosotros volvemos con la sensación de haber compartido todo lo que podíamos para vivirnos un festival increíble, ya con tres ediciones para quien les escribe, acercándonos a un nivel experto. Pero buscando la cuarta en el 2025 para confirmar si ya aprendimos… y así sucesivamente mientras podamos.
