(Caracas, 06 junio, 2024. Redacción: Daniela Brito).- El modelo venezolano, Michell Stella cruzó caminando la selva del Darién rumbo a Estados Unidos, logró establecerse en New York y ahora modela en las pasarelas de la gran manzana.
Conversando con Alex Candal el joven venezolano resaltó que «ese trayecto no ha sido lo más difícil» que le ha tocado en la vida, asegurando que ha tenido «una larga historia con muchos altibajos».
El joven Tachirense, proveniente del pueblo Naranjales destacó que «ama mucho Venezuela» pero siempre estuvo seguro que «mi destino no era en mi país».
«Cuando tomé la decisión de irme del país y emprender camino por la Selva del Darién dije que iba a recapitular toda mi vida, iba a llegar a New York a contar mi historia» dijo.
Además, durante una entrevista con Alex Candal el modelo destacó que «en esa selva se viven muchas cosas, ves niños con hambre, personas que no quieren estar allí, lluvia, ríos crecidos».
Stella resaltó que «allí en la selva muchas personas aprendieron a agradecer, porque podrás tener dinero, tener muchas cosas pero si no tienes agua y comida que son primordiales, no eres nada».
«Este país está lleno de oportunidades, pero es muy fácil descarrilarse por muchas situaciones» dijo y agregó que «la ansiedad, la soledad, entre otras cosas, son difíciles aquí».
El modelo recordó que «al salir de la selva en septiembre de 2022 aplicaron el artículo 42 para los venezolanos que significaba que todos los migrantes que pasaban los deportarían a su país, todos los que venían conmigo se devolvieron».
«En ese momento yo dije que así me tocara vender caramelos en México yo iba a llegar a New York a cumplir mi sueño» dijo y aseguró que a pesar de haber sentido mucho miedo «quería llegar y cumplir mi meta».
El venezolano destacó que su idea al contar su historia «no es invitar a los venezolanos a cruzar la selva» y comentó que «las personas miran muy mal a los migrantes como yo que cruzamos por la selva».
Stella resaltó que «la selva es dura, pero México es más duro, es uno de los países más duros, en México te secuestran y si no tienes el dinero te hacen cosas horribles».
«Yo llegué a México con 8 kilos menos, de salud estaba muy mal» recordó y afirmó que a pesar de todo esto, el quería viajar en diciembre a pesar de cualquier cosa, «pasé 24, 25 y 26 de diciembre en un cuarto de migración».
Recordó que el 31 de diciembre agarró un vuelo hasta Sinaloa, tuvo que pintar su cabello porque se habían escapado unos presos y «por solo tener mi pasaporte me podían deportar».
«Me entregué a Dios, me arrodillé y le dije que si me permitía llegar cumpliría mi sueño en solo un año y a crear un movimiento que ayude a muchos niños de mi país» dijo y resaltó que «en ningún momento me pidieron papeles, era invisible para ellos».