(Margarita, 11 de junio de 2024. Redacción: Giada González).- En un diálogo durante el programa #El Megashow de Exitos 99.7, Pilar Cabrera, habló de su espacio culinario Casa mejillón y su vínculo con el ají margariteño.
Con motivo de la certificación de Identidad Geográfica Protegida (IGP) a dicha hortaliza, la comunicadora social y chef, afirmó que en sus platos esta se halla “de principio a fin (…) porque es un ingrediente sin límites”.
En efecto, según su experiencia “el ají es el embajador perfecto de la cocina margariteña (…) y con el IGP él puede viajar a todos lados y, de hecho, lo está haciendo”, afirmó.
Entonces, el IGP para ella representa un reconocimiento internacional, “una manera de garantizar y proteger el arduo trabajo de los cultores”, los cuales, bajo su óptica han sido invisibilizados.
Atribuyó un incremento del turismo como las bondades que podría traer este sello diferenciador, “para que las personas vengan a probar su sabor en cada plato que lo utilice”.
Obtenerlo “ha sido un trabajo en conjunto, y nuestro papel como cocineros es mantener siempre este elemento de identidad y diferenciador de nuestra cocina insular”, dijo la conocedora.
Recorrido profesional
Cabrera cuenta que trabajó muchos años como comunicadora social en el área de ciencia y tecnología y en el área corporativa.
Luego, al completar sus estudios de cocina en Australia, regresó a Venezuela, y en la isla de Margarita creó el proyecto Casa mejillón, “con una propuesta muy arriesgada (fundamentada en mejillones) que no tenía nadie”, señaló.
Sin embargo, la chef asegura que continúa con la labor de comunicadora a través del discurso de la cocina de pescadores, con la que se ha identificado gracias a los pescadores de la zona.
“Me interesé por sus recetas y sólo les agregué mis técnicas para seguir sirviéndolas y lograr preservarlas”, comentó para destacar su compromiso con la sostenibilidad al estudiar todas las especies que hay en la ensenada de La Guardia.
Con la idea de “probar que tenemos un producto privilegiado en nuestra mesa”. A saber: proviene de pesca artesanal, sin cadenas de frío y, dadas las características biológicas de este sitio, las especies tienen un sabor y un tamaño únicos.
Al preguntarle a la chef sobre su doble galardón por parte de la Academia Venezolana de Gastronomía, confesó que esos Tenedores de oro constituyeron “una gran sorpresa y un tremendo compromiso”.
Dicho por la carta que recibió “represento lo que es un cocinero del siglo XXI que involucra trabajo social, trabajo con el medio ambiente, de educación. Hoy en día tienes que hacer algo más”, finalizó Pilar.