(Brasilia, 8 de agosto de 2024 – MundoUR).- Brasil y Nicaragua afrontan actualmente un impasse diplomático que llevó al retiro de sus embajadores.
El miércoles 7 de agosto, se conoció que el Gobierno de Nicaragua decidió expulsar del país al embajador de Brasil en la nación centroamericana, Breno de Souza Brasil Días da Costa, por no asistir al acto de celebración del 45 aniversario de la revolución sandinista el pasado 19 de julio, al que fue invitado.
La información la dio a conocer Arturo Mc Fields, quien fue el embajador de Nicaragua ante la OEA, quien indicó que por años los presidentes Daniel Ortega y Luiz Inácio Lula da Silva habían mantenido amistad y que con este impasse se estaría debilitando el vínculo.
El pasado 22 de julio, Lula reveló que Ortega no le atiende el teléfono desde que el papa Francisco le pidió que abogue por la situación de un obispo en ese país.
*Lea también: Macron agradece a Lula la posición de Brasil, Colombia y México en situación de Venezuela
«Conversé con el papa y él me pidió que conversara con Ortega sobre un obispo que estaba preso», dijo Lula en una entrevista con corresponsales extranjeros, en relación al religioso Rolando Álvarez, encarcelado por su oposición al Gobierno nicaragüense.
«Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él», agregó.
Sin embargo, el gobierno de Brasil aplicó el principio de reciprocidad y expulsó este jueves a la embajadora de Nicaragua en la nación amazónica, Fulvia Castro. Las fuentes diplomáticas consultadas por EFE indican que solo fue ese elemento debido a la «injustificada» decisión de Managua el día anterior.
La expulsiones de embajadores ocurren en momentos en que Lula, junto con los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y México, Manuel Andrés López Obrador, intentan llevar a cabo una tarea para facilitar vías que permitan una solución pacífica a la crisis en Venezuela.
Con información de EFE
