(Caracas, 26 de septiembre, 2024. Jesús Jiménez/MundoUR).-Luis Lao, un venezolano residenciado en Miami, ha logrado capturar la esencia de su cultura natal en un juego de mesa llamado «Mete la Mano». Este innovador juego ha generado revuelo no solo por su creatividad, sino por su capacidad de conectar a los venezolanos con sus raíces a través de 64 cartas que evocan la nostalgia de la vida cotidiana de Venezuela.
«Al principio parecía una broma, incluso un poco atrevido, pero «Mete la mano» es una acción que hace referencia directa a la mecánica del juego. Hay que meter la mano en la pila de cartas, y de ahí viene el nombre», explicó.
El juego no sólo incluye elementos tradicionales como la arepa, la empanada y la chicha, sino que también incorpora el humor y el «chalequeo». El desarrollo del juego de mesa fue un proceso que tomó tiempo. Lao confesó que tuvo la idea en mente durante un año antes de materializarla.
«Me cuestionaba si realmente captaría la atención de alguien o si estaba perdiendo mi tiempo. Fue un proceso de mucha lectura sobre lo que hace que un juego de mesa sea exitoso», relató el creador.
Finalmente, decidió lanzarse al proyecto, y tras múltiples pruebas con amigos y familiares, se dio cuenta de que había creado algo especial. Desde adultos mayores hasta niños han disfrutado el juego, lo que confirma su universalidad.
El objetivo del juego es deshacerse de las cartas antes que el resto de jugadores. Las cartas, repartidas al revés para que nadie vea qué tiene, contienen una secuencia que los jugadores deben seguir sin mirar. La diversión radica en la rapidez con la que deben coincidir las cartas y meter la mano en la mesa.
A pesar de las dudas iniciales, “Mete la Mano” ha alcanzado un éxito inesperado. El juego está disponible en Amazon, TikTok Shop y Etsy, y ha sido comprado en países como Francia, Alemania, España, Brasil y Canadá. Luis también se asegura de proteger su creación legalmente, habiendo registrado el juego en Estados Unidos. Incluso en otros idiomas, como el francés.
Luis Lao ha demostrado que, con creatividad y perseverancia, es posible crear algo que no solo divierte, sino que también conecta a las personas con su cultura, especialmente en tiempos difíciles.