(San Sebastián, 28 de septiembre de 2024 – EFE / MundoUR).- La Real Sociedad no tuvo piedad ante el Valencia (3-0) y, por fin, tras mucho tiempo, se dio un festín de goles en casa a costa del conjunto de Rubén Baraja, al que remató en el tramo final con un doblete del islandés Orri Oskarsson.
No pudo empezar mejor el encuentro para la escuadra txuri urdin, con un gol tempranero (minuto 8) que llegó gracias a un contraataque perfectamente ejecutado. Ander Barrenetxea habilitó a Sergio Gómez dentro del área valencianista para que este asistiese a un Takefusa Kubo que remató a placer.
Con viento de cola, la Real Sociedad, necesitada de la victoria ante su público, se gustó sobre el terreno de juego, con el control de la posesión que le brindó estabilidad para defender el resultado a favor, y un ritmo de partido que bajó considerablemente.
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Es más, la siguiente ocasión de peligro al gol, llegó pasado el ecuador de la primera parte, cuando un imponente Cristian Mosquera remató de cabeza a la salida de un córner, aunque estuvo atento Álex Remiro para atajar el balón sin mayores dificultades.
Un punto de relajación que sirvió como aviso para los locales, quienes buscaron ampliar la renta con un buen disparo cruzado de Barrenetxea, aunque se marchó desviado de la meta defendida por el georgiano Giorgi Mamardashvili.
Es más, volvió a la carga el conjunto realista, esta vez a través de una falta directa botada por Sergio Gómez y que, en un remate acrobático, el marroquí Nayef Aguerd mandó al larguero.
Al regreso del descanso, se vio un Valencia más incisivo, al menos, los primeros 15 minutos del segundo tiempo. Nada más reanudarse el partido, Pepelu lanzó desde fuera del área, pero Remiro repelió bien a córner. Quiso replicar Kubo, aunque el disparo del nipón fue bien neutralizado por la zaga che.
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Volvió a la carga el conjunto visitante en busca de la igualada, con el recién ingresado Dani Gómez, aunque su cabezazo a la salida de un córner se fue desviado.
En el minuto 75, pudo casi sentenciar el encuentro la Real, pero la fortuna sonrió a los visitantes, con un primer remate en el área pequeña que detuvo bien Mamardashvili, y el posterior rechace que Beñat Turrientes mandó por encima de la portería.
Y como en el fútbol no hay que perdonar, los de Imanol Alguacil, sabedores de ello por experiencia propia, remataron el encuentro. Sergio Gómez, el hombre del partido, tras un gran control, habilitó en total superioridad a un Brais Méndez que, en boca de gol, asistió a Orri Óskarsson para que este rematase a placer su primer tanto con la txuri urdin.
De hecho, le gustó eso de marcar gol en casa a Óskarsson, ya que antes de que Javier Alberola Rojas decretase el final del partido, calcó el gol anterior, aunque con un asistente diferente, Sergio Gómez.