(Caracas, 11 de octubre, 2024.Jesús Jiménez /MundoUR).- La médico psiquiatra y jefa del Servicio de Psicología del Hospital Vargas, María Luisa de Aldana, compartió su perspectiva sobre la función terapéutica del chisme en una reciente entrevista. A pesar de su imagen negativa, Aldana argumenta que el chisme puede ofrecer beneficios psicológicos, funcionando como una forma de catarsis social.
Durante la conversación, Aldana enfatizó que el chisme, aunque no es una terapia formal, puede proporcionar un espacio de desahogo y distracción.
“A veces, al estar pendientes de la vida de los demás, podemos dejar de lado nuestras propias preocupaciones”, explicó, resaltando cómo los relatos ajenos pueden ser tanto entretenidos como reveladores.
La psiquiatra también abordó el impacto de los chismes en la vida cotidiana. “Los chismes pueden establecer normas sociales y, en ocasiones, prevenir comportamientos inapropiados”, comentó, señalando que la curiosidad humana sobre la vida ajena es inherente y difícil de erradicar.
Sin embargo, Aldana advirtió sobre los chismes maliciosos que buscan desprestigiar a otros, sugiriendo que es crucial rodearse de personas que aporten energía positiva y no contribuyan a la toxicidad. Al final, la psiquiatra concluyó que, cuando el chisme es inofensivo y no daña, puede ser una herramienta útil para aliviar tensiones y fomentar la conexión social.
La discusión, que coincide con el Día de la Salud Mental, subraya la importancia de la atención psicológica y el papel que los profesionales pueden desempeñar en la promoción de la salud emocional en la comunidad.
