(Caracas, 14 de octubre, 2024).- El pasado viernes, la organización japonesa Nihon Hidankyo, compuesta por sobrevivientes del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, fue reconocida con el prestigioso Premio Nobel de la Paz. Este galardón destaca su incansable labor en la lucha contra las armas nucleares y su compromiso con la paz mundial.
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En este contexto, Keito Homma, nieto de un sobreviviente de los bombardeos atómicos compartió su experiencia y la historia de su familia, que ha sido marcada por el impacto devastador de la guerra. Nacido en 1982, Keito reflexionó sobre cómo su abuela y su tío sobrevivieron a la tragedia del 6 de agosto de 1945, un evento que dejó cicatrices profundas en la sociedad japonesa.
«Es fundamental que no olvidemos esta historia. La educación sobre los horrores de la guerra y el impacto de las bombas atómicas es crucial para las futuras generaciones», afirmó Keito. A pesar de la pena y el trauma que su familia vivió, él enfatiza la importancia de promover una mentalidad de paz y reconciliación.
Keito también recordó el estigma que enfrentaron los sobrevivientes, quienes a menudo se sintieron avergonzados de compartir sus experiencias. «Mi abuela tenía miedo de hablar sobre lo que vivió, pero es vital que estas historias se cuenten para que no se repitan», comentó.
La organización Nihon Hidankyo no solo se enfoca en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, sino que también aboga por la prevención de desastres nucleares, como el ocurrido en Fukushima. Su trabajo busca crear conciencia sobre los efectos a largo plazo de la radiación y la necesidad de un mundo libre de armas nucleares.
«Es un milagro que estemos aquí hoy. La vida es preciosa y debemos aprovechar cada momento para aprender y vivir en paz», concluyó Keito.
Este reconocimiento al activismo de Nihon Hidankyo es un recordatorio de la importancia de la paz y la necesidad de seguir luchando contra la proliferación de armas nucleares en el mundo.
