(Caracas, 17 de octubre, 2024).- El mundo musical se encuentra de luto tras la inesperada muerte de Liam Payne, exintegrante de la icónica banda británica One Direction, quien fue encontrado sin vida ayer en un hotel en el barrio de Palermo, Buenos Aires.
Payne, de 31 años, había viajado a la ciudad para asistir al concierto de su excompañero de banda, Niall Horan, quien estaba de gira en Sudamérica promocionando su álbum The Show.
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Hernán Khatchadourian, periodista argentino de entretenimiento, señaló que según informes de las autoridades locales, el encargado del hotel alertó a la policía alrededor de las 17:00 horas, reportando que un huésped estaba causando disturbios en su habitación, aparentemente bajo los efectos de drogas y alcohol. Al llegar, las autoridades encontraron a Payne en un patio interno del hotel, donde se presume que cayó desde el balcón.
El director de los servicios de emergencias médicas de la ciudad de Buenos Aires, Alberto Crescenti, dijo a medios locales que la caída le ocasionó «lesiones gravísimas que le provocaron inmediatamente la muerte» y luego afirmó al canal TN que «no hubo posibilidad de reanimación». Aún se están realizando exámenes toxicológicos para esclarecer los hechos.
Por su parte, el locutor Lorenzo Martínez aseguró que el hecho deja un impacto en una generación que creció con la música de One Direction.
«La relación parasocial que los fans desarrollan con artistas como Liam es profunda. Aunque no lo conocían personalmente, su música fue parte de sus vidas en momentos clave», comentó Lorenzo.
Ambos entrevistados coincidieron en que Liam Payne había admitido en varias ocasiones haber luchado contra el abuso de sustancias y problemas de salud mental. A pesar de sus batallas, en los últimos meses parecía estar en un buen lugar, compartiendo momentos felices en redes sociales y planeando un nuevo álbum.
La noticia de su muerte ha generado una ola de tristeza entre los seguidores de One Direction, quienes se han congregado frente al hotel para rendir homenaje, dejando velas y mensajes en su memoria.
«Es una pérdida devastadora no solo para sus fans, sino para la industria musical en general», añadió Hernán.
La situación también ha reavivado el debate sobre la salud mental y el bienestar de los artistas en la industria del entretenimiento, un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años. «Es fundamental que se busque ayuda y se hable abiertamente sobre estos problemas», concluyó Lorenzo.
La muerte de Liam Payne es un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrentan muchos artistas y el impacto que su vida y obra tienen en sus seguidores.
