(Bogotá, 2 de noviembre de 2024 – EFE / MundoUR).- La cordillera de los Andes, que con sus 8.500 kilómetros atraviesa siete países suramericanos, es fundamental por su biodiversidad y por ser una «gran fábrica de agua dulce», razones más que suficientes para que los gobiernos de la región articulen acciones para protegerla, pide una gobernadora colombiana.
El llamado lo hace la gobernadora del departamento del Tolima (centro), Adriana Matiz, a Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, ya que la cadena montañosa es un ecosistema clave que debe ser protegido, un asunto tratado en la COP16 de Biodiversidad que terminó el viernes en Cali.
«El mundo habla de la Amazonía, pero no se habla de la cordillera de los Andes. Los científicos dicen que si la selva amazónica representa los pulmones del mundo, los Andes son sus venas», asegura Matiz en una entrevista con EFE en Bogotá.
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Según WWF, los Andes son hogar de más de 87 millones de personas y contienen una variedad de ecosistemas excepcionales entre los que se destacan los páramos, bosques nublados y humedales.
Solo en Colombia, las ciudades y pueblos situados en los Andes generan más de 70 % del Producto Interno Bruto (PIB) y proveen de agua y energía a la mayoría de los habitantes del país y es por eso que la gobernadora Matiz hace gestiones para realizar el año próximo en el Tolima la ‘Gran cumbre suramericana de protección de la cordillera de los Andes’.
Biodiversidad y cambio climático afectan la Cordillera de los Andes
En la administración de Matiz, que termina en 2027, los temas de biodiversidad, cambio climático y el cuidado del agua «son fundamentales» y hacen parte esencial del plan de desarrollo del departamento.
«Uno de los principales pilares que tenemos en nuestro plan de desarrollo lo llamamos en defensa del agua y de la vida y en defensa del árbol de la vida, y por eso estamos promoviendo la ‘Cumbre suramericana en defensa de la cordillera de los Andes en 2025′», asegura.
Para Matiz hay una serie de amenazas contra los Andes como lo son el cambio climático, la expansión urbana desordenada y la falta de conciencia ambiental por parte de quienes viven en la cadena montañosa que comienza en Tierra del Fuego y termina en Venezuela.
A propósito del cuidado del agua, la gobernadora recuerda que Bogotá vive actualmente un racionamiento que puede ampliarse si las lluvias no son suficientes para llenar los embalses que surten del líquido a la ciudad.
Matiz recordó que ese problema no es únicamente de Bogotá porque los racionamientos de agua y de energía eléctrica han sido más severos en Ecuador, Perú y Bolivia.
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«El llamado es a realizar acciones articuladas entre los países, acciones urgentes para proteger la cordillera de los Andes y defenderla», subraya la funcionaria.
En Colombia, explica, la cordillera pasa por 15 de los 32 departamentos y en ella se «produce el 60 % del agua dulce de nuestro país y no estamos haciendo nada para protegerla».
En el caso particular del Tolima, tiene los nevados del Ruiz, Santa Isabel y del Tolima. Además, es «dueño» de 27 % de los páramos del país, y en su suelo está el 60 % del Parque Nacional Natural de los Nevados.
«Todo eso lo queremos proteger», concluye la gobernadora, que participó en espacios de la COP16 que se celebró en Cali, en donde expuso un manifiesto construido con otros gobernadores del país.
Allí quedó consignado que se debe crear en Colombia la cátedra sobre biodiversidad, las iniciativas que pueden desarrollar los gobernadores para protegerla y la concientización ambiental, entre otros asuntos.
