(Caracas, 23 de noviembre, 2024.MundoUR).- Ricardo Estrada, reconocido arepólogo, expresó su entusiasmo por la reciente postulación de la arepa venezolana como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad ante la UNESCO. En una entrevista, Estrada destacó la importancia de esta iniciativa, que resalta la arepa no solo como un alimento esencial en la dieta venezolana, sino como un símbolo profundo de identidad cultural. Aunque existen otras variantes de la arepa en países como Colombia y México, la propuesta venezolana busca resaltar su relevancia emocional y social dentro del país, subrayando cómo este plato une a los venezolanos y refleja su tradición gastronómica.
El proceso de postulación ha sido meticuloso, según Estrada, quien explicó que no se trata de una sola versión de la arepa, sino de una amplia variedad que incluye la arepa frita, la arepa de maíz pilado, y otras interpretaciones regionales. Esta diversidad muestra la flexibilidad de la arepa, adaptada a distintas costumbres y formas de preparación a lo largo del territorio venezolano. A través de esta postulación, Venezuela busca mostrar cómo un alimento puede ser parte fundamental de la cultura, capaz de generar vínculos emocionales y ser un referente en la identidad nacional, como ocurre con otros alimentos en el mundo.
Estrada también reflexionó sobre el impacto global de la arepa, especialmente por el crecimiento del consumo en países como España, donde la diáspora venezolana ha contribuido a su popularización. Gracias a la harina precocida, su preparación rápida y versatilidad, la arepa se ha convertido en un plato cada vez más reconocido fuera de Venezuela, conquistando paladares internacionales. A pesar de la competencia en el mercado, como otros productos basados en maíz, la arepa sigue siendo un emblema de la gastronomía venezolana, y su postulación ante la UNESCO representa un paso importante para preservar su legado cultural.