(Caracas, 19 de diciembre, 2024).- El mundo de la comedia ha visto el crecimiento de muchos comediantes reconocidos, pero cuando se habla de la nueva generación Carluis Medina destaca por su rápido crecimiento y madurez desde que comenzó en el medio.
A horas de presentarse en Teatrex El Bosque para presentar su segundo especial de comedia, conversamos con él para conocer su historia.
P: Háblanos un poco de tus inicios en la comedia y ¿Qué te impulsó a dedicarte a esto?
R: Comencé en el año 2019 en la Universidad Católica Andrés Bello el 18 de junio de 2019, en un concurso que se llamaba «Se busca comediante». En ese momento, me presenté en el primer Open Mic que se hizo en Pizpa, me acuerdo que los hosteaba Gabo Ruiz junto a Sampins y necesitaban comediantes nuevos todos los martes.
También me presente en otros lugares, muchos de ellos ya no existen, pero así fue durante dos años e incluso en pandemia nos presentamos por zoom, lo cual no me terminaba de convencer porque el feedback de la gente no llegaba a tiempo por el internet. Pero en un punto de la pandemia, se abrió un lugar, con sus medidas de seguridad, y nos veían a mi y a mis amigos hacer comedia.
P: ¿Y qué te inspiró a hacer comedia?
R: Desde pequeño siempre fui gracioso, en el colegio, en las reuniones familiares mi abuela era como la anfitriona y era la que hacía reír a todos, entonces yo digo que de ahí saqué lo cómico. Para cuando comenzó la movida del stand-up en Venezuela en 2008, yo no conocía a nadie, porque yo era soy muy joven, y empecé a conocer ese mundo cuando llegué a Caracas, veía shows como «Mi País, Tu País», «El Mostacho», «Los Hijos del Ocio»…
P: Y se podría decir que esas eran tus referencias…
R: Sí, las empecé a agarrar ahí, los que se dedican a la comedia y empezaron en la época moderna de la comedia en el país, como Nanutria, José Rafael Gúzman, Led Varela, Chucho Roldan…
En especial Gabo Ruiz, que en una presentación se me acercó, agarró mi teléfono y me escribió los nombres de varios especiales de comedia estadounidenses para empaparme de este mundo que no conocía y yo como tarea me los vi todos. A partir de ahí le fui dando forma, aprendí fórmulas para escribir mis chistes y me fui descubriendo poco a poco.
P: Y llegaste a trabajar con esos referentes ¿Sentiste que fue un crecimiento grande?
R: La verdad es que sí. Con el primero que trabajé fue Daniel Pistola, porque le escribí cuando vino a presentarse después de mucho tiempo en Pizpa, yo era nuevo en esto y le quería abrir el show, y yo estaba empezando a ser conocido en los bares y él me dio la oportunidad.
El segundo que me dio la oportunidad y soy su abridor fijo es Chris Andrade. Lo conocí cuando hizo su show en el Anfiteatro de El Hatillo, en un local donde se hacía comedia y en una conversación que tuvimos y en medio de un «contrapunteo» de chistes. Luego, esa misma semana, otra vez en Pizpa, volvió a pasar el «contrapunteo» y él me ofreció abrir uno de shows y yo acepté sin dudarlo incluso cancelando un show que me pagaba, pero me fue muy bien ahí.
Y eso significaba para mí una gran oportunidad, porque era de esas referencias que veía en la universidad todos los fines de semana sin perdermelo y me emocionaba mucho.
Luego de presentarme en su show Chris me cuenta que iba a volver para hacer su gira grande, me propone abrirle esos shows y para mi fue como una propuesta de matrimonio. Hicimos cuatro ciudades (Barquisimeto, Maracaibo, Lechería y Caracas), y llegué a presentarme frente a 4.500 personas.
Pero antes de esa locura, «Degenerados» era una propuesta que estaba montada y era una unión de cuatro generaciones de humoristas. Entonces éramos Emilio Lovera, el Profesor Briceño, Alejandra Otero y yo girando por el país. Entonces imaginate estar al lado del «Jordan» de la comedia venezolana y eso es algo de lo que estoy muy orgulloso y ya había recorrido el país dos veces.
Y en paralelo a todo eso estaba haciendo «Pa’ Los Pavos», un proyecto que nació en 2022 con Carlos Jelambi, mi hermano, y fue el proyecto que nos dio a conocer en el país. Fue un antes y un después en mi carrera, por clips de shows que subíamos a redes sociales empezamos a presentarnos fuera de Caracas.
P: ¿Y a quién va dirigido ese humor? ¿Qué buscas conectar con el público?
R: Mi humor al principio era un poco inocente, pues yo venía de un pueblo de Güiria y no tenía referentes hasta que llegué a Caracas y me iba descubriendo poco a poco, le hablaba al que estuviera en el lugar escuchándome, sea una persona ya mayor o un chamo.
A medida que agarraba «horas de vuelo», me iba descubriendo como comediante: mi mudanza a Caracas, el hecho de vivir solo, la vida universitaria y los que se siente identificados son los jóvenes, entonces mi humor les habla a ellos.
Muchas de las personas grandes que me han escuchado es porque sus hijos los llevan a los shows, pero uno que otro suele decir «este muchacho sí es gracioso», pero por lo general le hablo a los que se identifican conmigo, de nuestra generación.
Estoy a punto de grabar mi segundo especial de comedia y los chistes van por esa tangente, la realidad del joven venezolano que capaz se quiere ir del país, el que ayuda a sus papás económicamente y no es algo de lo que me quiera reir, más bien es una responsabilidad que estoy asumiendo y me siento bien con ello porque también me tocó a mi vivir eso.
P: Y así es como han evolucionado tus chistes…
R: Sí, porque uno escribe chistes sobre lo que esté viviendo. Pase por mi época en la que era super intenso con temas serios como el racismo, la xenofobia… todo porque eres comediante, pero como me decía Gabo: «uno no está preparado para escribir sobre esos temas, porque no tienes la madurez» y eso se lo agradezco.
Cuando empezamos creemos que podemos ser como Louis CK o Chappel, pero ellos ya tienen su carrera y cuando empezaron hablaban de esos temas «sencillos». Porque a lo mejor el chiste que pensaste es buenisimo, pero no lo sabemos transmitir y para eso están las «horas de vuelo», vas desarrollando diversas «skills» para abordar una tarima y hablar con el público para meterlo en el show.
P: Y cuando nadie se ríe ¿Cómo se afronta el rechazo del público?
R: Me ha tocado lugares difíciles, hostiles podría decir… Ese tipo de lugares no son fáciles porque son sitios donde hay gente joven que la está pasando bien con sus amigos y no les gusta cuando uno llega a contar chistes. Y también están a los que el público va a verme a mí, pero no son explosivos y se ríen con pena.
A veces, uno termina criticandose uno mismo porque no se escucharon risas, pero el hecho de que una o dos personas se acerquen al final del show a hablar y pedir fotos ya es una realización. Eso es lo que me ha llevado a no mortificarme tanto por una mala noche, porque es algo que existe y puede pasar.
P: Y saltar de una tarima pequeña en Venezuela a presentarse en varios países…
R: Sí, la primera vez que salí fue con «Los Pavos», ya nuestro contenido estaba recorriendo el país y en un empeño de querer presentarnos afuera le dije a Carlos. Entonces contactamos a un productor, con la recomendación de varios colegas, y fuimos a Argentina, Colombia y Chile.
Algo curioso es que en Colombia apenas metimos a 30 personas al teatro, pero estábamos felices igual. En Chile y Argentina, sí llenamos los teatros y fue una locura, la gente se reía de todo, conocimos a un montón de comediantes y quedamos con ese buen sabor de boca.
Después nos fuimos a España, hicimos uno en Barcelona y tres en Madrid. Y en ese mismo viaje, le abrí un show a Led Varela en Berlín. Es divertida esa anécdota, porque yo no iba a Berlín, pero revisé fechas y le escribí a Led, quien me aceptó la propuesta de abrirle su show y por siempre le estaré agradecido.
P: Y tu yo del pasado cómo reaccionaría si le contaras todo lo que has vivido…
R: Se sorprendería un poco, pero creo que también esa ambición y visualización es algo que ya era parte de mi personalidad. Yo sueño duro, y de los seis años que tengo haciendo comedia estoy soñando con girar por los clubes de comedia de los Estados Unidos y también yo me veía abriéndole a los comediantes a los que les he abierto.
P: Ahora, tu especial de comedia, ¿Cómo fue el proceso?
R: En estos momentos estoy cerca de grabar mi segundo especial de comedia, pero el primero se llama «Humildad» y es un especial de interacción con el público, lo grabé en el Trasnocho Cultural y fue una sorpresa, porque yo no esperaba que tanta gente lo viera. Para un comediante nuevo 140.000 vistas es un montón.
Algo chevere de ese especial es que, se yo interactúo mucho con el público y eso era algo que ya venía haciendo con «Los Pavos», los grababa y los subía a redes. Y entre varias presentaciones, llegué a tener 20 minutos de material solo de interacción con el público y empezó a ocurrir la idea de compilarlo y subirlo.
Cuando empiezo a armarlo, se me ocurre darle el concepto de los famosos «quemaditos», estos discos con especiales de Emilio que vendían en la carretera y los compraba con mi papá y que eran un audio mal grabado y quemado en un CD, entonces como yo solo había grabado mis cosas con un solo teléfono y grabado el audio de una consola lo llamé «Carluis Medina En Vivo Vol. 1».
Quise trasladar a la gente a ese momento, porque mi generación vivió eso también, y sentí que se fue desapareciendo por el camino y era un recuerdo vago que teníamos. Pero en general a ese especial ha sido bien recibido a la gente le gusta y es justo lo que quería lograr, que quedara plasmado en internet para que la gente lo reviva cuando ellos quisieran.
P: ¿El segundo especial es el Vol. 2?
R: No, porque son líneas diferentes. Ese especial que voy a grabar el 20 de diciembre, es el Carluis que escribe y el del Vol. 1 es el Carluis que escribe en el escenario con el público.
P: ¿Qué le recomiendas a los que quieren incursionar en la comedia?
R: Primero, si tienes ganas de presentarte hazlo, ya sea un stand-up o escribir comedia, y no pares. Porque las reacciones y comentarios son importantes para pulir el trabajo e ir mejorando, porque no sabes si en tu quinta presentación sientes ese click con el público y te gusta, no pares nunca.
Sé gracioso y aprende del negocio, toma referencia de los comediantes que admires y sigue algunos estilos, nunca va a ser igual, pero eso te dará una guía. Y lo más importante, si sientes que es para ti, disfrutalo.