(Caracas, 28 de enero, 2025).- La Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores de Venezuela resaltó la complejidad de las transacciones económicas cotidianas en el país, especialmente en lo que respecta al manejo del vuelto y el sistema de propinas.
Roberto León Parilli, presidente de la organización, destacó los retos que enfrentan los consumidores venezolanos en un entorno económico marcado por la inflación y la falta de regulación.
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Durante la conversación, León enfatizó que “los consumidores se enfrentan a un sistema de pago totalmente de facto. La moneda oficial es el Bolívar, pero su devaluación ha llevado a la necesidad de utilizar el dólar en las transacciones diarias, generando confusión y desconfianza en el manejo de los pagos”.
León explicó que, a pesar de que el dólar se ha convertido en una moneda de curso común, no existe una regulación clara sobre su uso. “Esto ha creado un escenario donde cada comerciante actúa según su criterio, lo que genera prácticas colectivas que complican aún más el proceso de compra”, señaló.
El vuelto
Uno de los temas más polémicos es la dificultad que enfrenta el consumidor al recibir el vuelto. “A veces, los comerciantes no tienen suficiente efectivo y te ofrecen productos en lugar de darte el cambio. Esto es inaceptable y refleja la falta de protección al consumidor en Venezuela”, argumentó León.
Además, subrayó que las leyes que deberían proteger los derechos del consumidor han sido desmanteladas en los últimos años. “La defensa del consumidor en Venezuela se ha estandarizado a nivel mundial, pero aquí nos hemos apartado de esas normativas. Las leyes que regulaban la protección del consumidor han sido reemplazadas por normativas que se enfocan más en el control que en la defensa de los derechos del consumidor”, afirmó.
La Propina
La práctica del cobro del 10% más la propina en restaurantes, son dos temas que aunque parecieran sinónimos, León Parilli aclaró que no está involucrada una con la otra.
“El 10% no debería incluir el servicio. La propina es un premio por un buen servicio y debe ser electiva”, señaló. Sin embargo, muchos consumidores se sienten obligados a pagar este porcentaje, lo que encarece aún más la experiencia de comer fuera.
El presidente de Anauco destacó la importancia sobre la claridad que los comercios deben mantener en cómo se distribuyen estos porcentajes.
