Herrera advierte sobre retraso cognitivo en niños venezolanos expuestos a dietas deficientes

(Caracas, 3 de febrero de 2025).- Marianella Herrera,  médico con doctorado en nutrición y miembro del Observatorio Venezolano de Salud, advirtió sobre el retraso cognitivo en niños venezolanos que etsán expuestos por tiempo prolongado a dietas deficientes.

Explicó que cualquier grupo poblacional expuesto a estas deficiencias de forma prolongada, experimentará consecuencias negativas.

Herrera alertó que no se están viendo dietas diversas, equilibradas, de muchos colores, insistiendo en que ha disminuido la calidad y cantidad de estas.

«La alimentación del venezolano ha experimentado cambios en su patrón desde hace 10 años (…) en la mesa de los venezolanos hay alimentos rendidores, baratos para zacear» añadió.

Destacó que el consumo de caraotas ha disminuido por la problemática con el gas, y sustituido por tubérculos y lentejas que consumidos en exclusividad no aportan a la diversidad ni el equilibrio de la dieta.

La doctora en nutrición pidió la resolución de problemas de agua, electricidad y conocimiento nutricional para mejorar la dieta de los venezolanos.

Por su parte, Saul Elías López, ingeniero agrónomo e integrante del Observatorio del Derecho a la  Alimentación en América Latina y El Caribe, capítulo Venezuela, aseguró que se ha disminuido el consumo de frutas y hortalizas por el incremento de los precios de los alimentos en general.

«El grupo de alimentos más disminuido ha sido el de proteínas, el consumo promedio era de 23 kg y hoy en día 12 kg per capita» acotó.

También señaló que, a pesar de ciertas mejoras, todavía hay 5 millones de personas en inseguridad alimentaria, aunque solían ser 9.

El ingeniero indicó que el principal problema con la alimentación hoy en día es el acceso, el poder adquisitivo, antes solía ser la disponibilidad.

«Vemos personas físicamente bien, pero que están desnutridos y tienen deficiencias de vitaminas y minerales por falta de consumo de frutas y vegetales» agregó.

Recalcó ka necesidad de datos para hacer políticas adecuadas para mejorar la seguridad alimentaria.