(Caracas, 19 de febrero de 2025).- Ariana Araujo, nutricionista, máster en psicología con estudios en salud pública y epigenética, aseguró que la industria alimentaria ha venido cambiando la composición de sus alimentos por una mayor competencia entre empresas y la masificación.
Destacó que las industrias alimentarias agregan aditivos para poder mejorar esas características organolépticas del producto, haciendo que huela mejor, sepa mejor, dure más y se aumente su vida útil.
Araujo resaltó que, para el consumidor que quiera cuidarse, al ver la etiqueta, debe ubicar una palabra que le cueste pronunciar en los ingredientes o una “E”, seguida de un guión y un número, recalcando que estos son aditivos y es preferible no consumirlos con frecuencia.
Pidió a los usuarios y pacientes invertir en frutas y vegetales, además de proteínas de alto nivel biológico como carne, pollo y pescado.
«Hay alimentos empaquetados que pueden ser saludable como los granos, al igual que algunos lácteos como el queso que, a pesar de necesitar un poco de industrialización, pueden ser parte de la dieta» añadió.
La nutricionista indicó que en estudios epigenéticos se pueden ver los aditivos que el cuerpo de cada persona no procesa adecuadamente.
«No puedo pararme en redes sociales como si fuera el nuevo Google, hay que individualizar cada caso y adaptar los planes de alimentación a cada plan» acotó.
Recomendó buscar un equilibrio en el consumo de estos aditivos con opciones más saludables, insistiendo en que el primer ingrediente que se lee en la etiqueta es el que más tiene.